El imperio no perdona: Evo Morales sobre el caso Nisman

 

 

[vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_facebook type=»standard»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_column_text]

«¿Qué vemos desde aquí? En Venezuela ha empezado una conspiración política, mientras que en Argentina se ha comenzado una conspiración económica». Esa fue la frase con la que Evo Morales apuntó tras ser consultado por el caso Nisman a propósito de estrategias de desestabilización. Y es que las declaraciones son tan picantes como los hechos que se vienen sucediendo, de manera cada vez más contínua e inescrupulosa, en el país como en la región.

Después de la cadena Nacional de la Presidenta Cristina Fernández, el Presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, sintetizó que Venezuela y Argentina forman parte de una lista de países que no van a librarse tan facilmente de emboscadas y extorsiones por parte del país del norte.

Y es que si algo aprendimos de la historia de nuestros pueblos –o de mirar House of Cards– es que las movidas políticas más peligrosas no son los procesos institucionales, sino las corporaciones y asociaciones que se mueven y operan desde las sombras en favor de intereses ajenos, y contrapuestos a los del pueblo.

Hay momentos donde la realidad supera a la ficción; y claramente, Argentina está pasando por uno de estos momentos. No hay escrúpulos siquiera en lo que refiere a bajar a un tipo que tenía encima los ojos del mundo entero, y que tenía a su cargo una causa que este año cumple su 21° aniversario. «Cuando fracasan con una agresión económica en Argentina, ahora preparan una agresión política con una emboscada a la compañera Cristina, con la muerte del fiscal» sentenció Evo a propósito de buscar metodos alternativos de caldear las aguas.

«Ya no pueden hacer golpes de Estado, ya no pueden dominarnos militarmente, entonces buscan otras formas de golpe, de escarmiento, de amedrentamiento, especialmente a los presidentes antimperialistas». Y si uno recorre la historia de los países de la región de Latinoamérica y el Caribe, hay suficiente bibliografía y fuentes que constatan el financiamiento por parte de multinacionales así como entrenamiento y artillería facilitada por agencias secretas de inteligencia principalmente provenientes del norte.

Empezamos con la CIA: 1954 Guatemala; 1961 intento de golpe en Cuba; 1963 Honduras; 1965 República Dominicana; 1969 Chile, Perú y Bolivia. Implicados aunque sin suficiente evidencia en las dictaduras de Uruguay y Argentina.

Y esta es una lista solamente de los países de la región, dado que si ampliásemos el espectro al resto del mundo… están los dos golpes a Laos en 1960 y 1963; los golpes en Indonesia, Sumatra y Célebes en 1965; el golpe en Camboya en 1970. Al igual que en la República Árabe Siria en 1966, en Grecia en 1967 y en 1970 en Iraq, Chipre, Lébano, República Árabe Libia, República popular del Congo y República democrática del Sudán.

O del financiamiento que proporcionaron empresas transnacionales como lo solían ser la ITT (International telephone and telegraph corporation), o la compañia química Hoechst Aktiengesellschaft para los golpes de Perú y Chile.

Sin embargo, y regresando a nuestro presente, estas antiguas maneras de doblegar a un gobierno o incluso a la voluntad de un país entero han ido modificandose, sofisticandose, y fueron encontrando maneras más sutiles de disgregar y castigar. Un ejemplo perfecto es la nota que publica La Nación con un título que dice: «Evo Morales responsabilizó ‘al imperio’ por la muerte del fiscal Alberto Nisman». Digamos que, no hay que ser un genio para entender ese tono irónico como de quien se burla de una burrada. Al igual que intentar poner en ridículo y dejar de tomar en serio esa declaración de nada menos que de un presidente.

Más allá de lo que estos muchachos iluminados pueden decirnos que dijo Evo, lo que este inquieto aymará –y por inquieto me refiero a «persona que jode a muchos»– no dejó de resaltar, es que la unidad regional no se va a debilitar por este tipo de agresión política.

El no está, y va a seguir estando más allá de las agresiones económicas y políticas. Ya sea al ALCA, –o ALGA (Area de Libre Ganancia en las Americas por parte de las transnacionales norteamericanas) como prefiere decirle Evo–, como a las presiones de las derechas nacionales e internacionales.

Pero a su vez, lo que no se le escapó a Morales, es que tanto América Latina como el G77, cuenta con el apoyo de China. Lo cual no es un dato menor, y que no se puede dejar de considerar a la hora de medir la correlación de fuerzas y de ver hasta que punto de la soga se puede tirar.

La entrevista de Telesur termina con Evo diciendo: «toda nuestra solidaridad con la compañera Cristina, su gobierno, su pueblo». Pero aún más importante: «Estamos aquí juntos para juntos seguir luchando y seguir derrotando como lo hicimos hasta ahora».

Más allá de las chicanas que los medios masivos de comunicación puedan propugnar mediante su independiente e intachable objetividad, tanto para uno como para otro lado, no se debe dejar de tener presente la historia reciente. En este marco, la misteriosa muerte del fiscal es un severo daño tanto institucional como psicosocial, y disgregar a los pueblos para capitalizar rédito político es ser funcional a un tipo de estrategia de poder, algo así como «divide y triunfarás». Y como dijo Evo, el imperio no perdona.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

(Visitas Totales 1 , 1 Vistas Hoy)