Empleo y desempleo ¿qué nos dicen los números del INDEC?

[vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_facebook type=»standard»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_column_text]

Ayer se divulgó el informe del INDEC que analiza la evolución de las variables de empleo (actividad, ocupación, desempleo, subempleo) y los diarios realizan una amplia cobertura.

A fin de clarificar estos números y divulgar el verdadero informe del Indec que muestra que no se destruyeron puestos de trabajo pero tampoco se crearon los suficientes para abarcar el crecimiento poblacional. El cuadro a continuación resume los principales conceptos:

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_single_image image=»2602″ img_link_target=»_self» title=»Fuente: elaboración propia en base a datos del INDEC»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_blockquote type=»type3″]

No se destruyeron puestos de trabajo pero tampoco se crearon los suficientes para abarcar el crecimiento poblacional

[/vc_blockquote][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_column_text]

Como se observa, se produjo un incremento de la población económicamente activa, que es aquella en edad de trabajo y que trabaja o busca activamente empleo. Este incremento en la tasa de actividad es propia del crecimiento de la población, con el paso del tiempo cada vez más gente se incorpora al mercado de trabajo (o efectivamente en un empleo formal, o al menos en la búsqueda).

Esta población que se incorporó al mercado de trabajo fue de 115 mil personas. La creación de trabajo en el último año fue de 24 mil puestos. Hubo una creación de empleo insuficiente para garantizar el empleo a todos aquellos que se sumaron a la fuerza de trabajo, pero una creación al fin. De estas 115 mil personas que se incorporaron al mercado de trabajo, 24 mil consiguieron emplearse, y 91 mil no lo hicieron. Esos son los nuevos desempleados, no se registra por el contrario una destrucción del empleo existente.

Asimismo, hubo un deterioro en el mercado de trabajo, puesto que de aquellos que son considerados ocupados pero que no trabajan la cantidad de horas que quisieran, los subocupados, crecieron en 69 mil personas. En paralelo la tasa de empleo precarizado (o en negro) aún persiste en niveles del 34%.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_text_titles title=»DESEMPLEO EN EL CONTEXTO INTERNACIONAL» title_type=»h3″ page_title_type=»v1″ title_align=»left»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_column_text]

Los niveles de desempleo a nivel internacional han crecido de forma notable en los últimos años como consecuencia de la crisis internacional que intencionalmente es silenciada desde los medios locales.

En el año 2007 en España había 8,3% de desempleados, mientras que en 2013 el número de “parados” llegaba a 26,03%, con cifras mucho más altas en el sector juvenil.

En Estados Unidos, primera economía mundial, en 2007 había un 4,6% de desempleo, contra un 7,6% de 2013, un aumento de casi el 70%, si bien en el último año esos números han ido a la baja.
En Francia, segunda economía de la Eurozona, 7,1% en 2008, contra 10,5% en la actualidad, máximo nivel de desempleados en este siglo.

A su vez, en Italia, el desempleo se encuentra en su máximo nivel histórico, un 12,7%, frente al 5,7% que había en el 2007.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_text_titles title=»ARGENTINA» title_type=»h3″ page_title_type=»v1″ title_align=»left»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_column_text]

A contramano de esta tendencia, Argentina ha reducido el desempleo, y consolidado un nivel de empleo histórico para las últimas décadas. Del 8,5% que había al comienzo del mandato de Cristina Fernández, se ha pasado al 7,5% que marca el INDEC para el tercer trimestre de 2014.
Este artículo no pretende negar una realidad, para ser bien claros: el desempleo, el subempleo, la precarización laboral (empleo en negro) es uno de los principales problemas de la economía argentina. No se puede hablar de tasas de pleno empleo (o la más macabra “tasa natural de desempleo”) como lo hacen algunos economistas incluso heterodoxos con tasas del 6/7%.

Argentina supo ostentar hasta el año 76 de tasas de desempleo del orden del 2 y 3%. Si bien otros flagelos económicos acuciaban a la patria y la participación del trabajo en la distribución del ingreso fue volátil a lo largo de la historia, el empleo siempre fue el dique de contención y factor de integración de toda la sociedad.

Los niveles de desempleo actuales, no son adjudicables a un gobierno que justamente toma cada una de sus medidas pensando en los trabajadores y en cambiar la matriz productiva para transformar una nación que después de 30 años se había construido en base a la especulación y no la producción. En este choque de intereses entran jugadores de mucho peso: las corporaciones, que deciden bajar sus tasas de inversión, fugar capitales, precarizar trabajadores o reducir costos laborales. Sólo con un Estado fuerte e inclusivo es posible nivelar la balanza en esta correlación de fuerzas para lograr un pleno empleo, eliminación del empleo precario y una cada vez mayor participación de los trabajadores en la distribución de la riqueza nacional.

[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]

(Visitas Totales 182 , 1 Vistas Hoy)