Escobar y su nuevo tiempo político. ¿De que se trata?

Anteriormente se había señalado las características que iban a adquirir estos tiempos: “a partir de las PASO comienza el desenlace de un largo período de la historia política de aquel distrito del norte del conurbano” decíamos aquí mismo. Lejos de intentar realizar un abordaje descriptivo de la historia política escobarense, lo que se busca es caracterizar este suceso como acontecimiento que es parte de un recorrido político.

Teniendo en claro esto, debe asegurarse que Escobar se sitúa en un devenir compartido con otros municipios del conurbano: Hurlingham, Merlo y Moreno. ¿Qué tienen en común todos ellos?: estamos hablando de la posibilidad de un cambio de mando histórico. Existen otros que probablemente el 25 de octubre a la noche se estén sumando (Malvinas Argentinas, Mercedes, Tres de Febrero). No se toma en cuenta tanto a Lanús como a Almirante Brown, porque si bien en esos distritos también habrá cambios de mando, los mismos no revisten tal carácter de “histórico”.

Esto, describiendo por encima la situación, sin mencionar a que espacios pertenecen tanto los intendentes salientes como los (seguramente o potencialmente) intendentes ingresantes. Pero luego de esta intro algo larga, necesario es ir a aquello que se busca transmitir en este artículo. En Escobar, en el mismo momento en que la etapa pasada encontró el comienzo de su fin el 9 de agosto, comenzó a develarse elementos de la que vendrá: una forma de hacer política que cambia; una gestión militante.

O al menos eso es lo que se proponen lograr desde el FpV, fuerza política que ganó con una inobjetable contundencia el domingo de las PASO. El 42,37% que obtuvo marcan una diferencia irremontable para Cambiemos, que habiendo obtenido 15 puntos menos llevará a Leandro Costa como candidato a intendente. De esta manera, todo indica que el atractivo de las elecciones generales será el reparto de las concejalías. A nivel intendente, será cumplir el requisito de los comicios.

sujarchuk

“El cambio que nosotros proponemos ya es un hecho. Venimos a Escobar a hacer a un gobierno de todos. Soy el candidato del Frente para la Victoria, pero quiero ser el intendente de todos los escobarenses” había dicho el candidato kirchnerista, Ariel Sujarchuk, iniciado julio. Quizás desde su espacio se preveía la creación de este escenario, propicio para ellos.

En este punto habría que detenerse para citar al general Perón: “la acción electoral es cuantitativa, la acción de gobierno es cualitativa”. Cabe agregar entonces que una y otra no se encuentran desligadas, sino que el exceso o defecto de lo cualitativo a la larga merma lo cuantitativo. El escobarense que no crea eso que le pregunte a Sandro Guzmán.

Y es aquí que vuelve lo dicho párrafos más arriba: formas nuevas de hacer política, gestión militante. Sabiéndose ganador, Sujarchuk no dejo de desarrollar actividades. Es más: las mismas pueden considerarse tranquilamente medidas de gobierno. Las inundaciones que afectaron a una gran parte de Escobar lo tuvo al hombre de Alicia Kirchner (y a su primer concejal, Pablo Ramos), caminando de manera obligada buscando asistir a los damnificados.

Tampoco es objeto de este artículo hacer una enumeración de lo que el hombre de HACE lleva a cabo (en ese caso se desvirtuaría el somero análisis de que es objeto esto). Sino que se busca explicar el momento que se vive allí: fin de una etapa política, etapa de transición, llegada de la nueva. Con los elementos de lo que se viene en la etapa de transición: modos distintos de entender la política, estando los militantes al frente de la gestión.

¿Qué tiene de nuevo esto? En gran parte del país no mucho, ya pasa a ser costumbre. En Escobar, por el contrario, demasiado. Básicamente, Sujarchuk propone “democratizar la toma de decisiones. No venimos a descubrir lo que ya se sabe: venimos a hacerlo”. He aquí el elemento que rompe con la tradición política en el distrito. Las nuevas camadas de escobarenses, kirchneristas y opositores, comienzan a tomar parte en los asuntos públicos de su ciudad. El activismo que todos estos sectores despliegan desde hace tiempo, viene a aportar el elemento de compromiso que genera estos modos nuevos.

La ciudadanía reviste a sus representantes con un mandato. Éstos, o bien lo cumplen o se guían bajo otros intereses. En cualquiera de los casos, es esa misma ciudadanía la que juzga mediante las urnas. Todo indica que ineluctablemente Ariel Sujarchuk será el nuevo intendente de Escobar. Éste ya comienza a comportarse como tal. Un suceso cuasi apocalíptico (que no se avizora en el horizonte) puede impedir eso. Es normal que se generen expectativas, el desafío es estar a la altura de ellas y ser un gobernante probo. El tándem Sujarchuk-Ramos cuenta con crédito, depende de ellos el veredicto del juicio popular.

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