Final del “romance” entre Moyano y Barrionuevo

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En la tarde de hoy tendrá lugar el plenario de regionales en el salón Felipe Vallese de la CGT que fuera convocado hace tres semanas por Hugo Moyano. Además de las intervenciones y alocuciones que allí tendrán lugar, habrá otro ingrediente que condimentará dicha cumbre sindical: la ausencia de Barrionuevo y su tropa de gremios de la CGT Azul y Blanca. El desaire por parte del gastronómico viene a ratificar las versiones que en los últimos meses indicaban la ruptura de la alianza que supieron sellar estos dos dirigentes desde que el camionero saltó de las filas del kirchnerismo a las huestes opositoras.

El desmoronamiento del acuerdo entre Moyano y Barrionuevo encontraría su punto de inflexión en el magro resultado que arrojó el último paro nacional que convocaron el pasado 28 de agosto. Colaboradores y fuentes cercanas a ambos dirigentes, confirman que ese mismo día se abrieron grietas que se profundizaron y ensancharon con el correr de las horas. Señalan que Barrionuevo y Pablo Micheli, de la CTA opositora, apostaban a convocar en esa misma jornada a una nueva medida de fuerza o a una gran movilización de protesta. Mientras que por su parte, Hugo Moyano se mostró reacio a esa estrategia.

Los que frecuentan a ambos “pesos pesados” del sindicalismo, no dudan en afirmar que el vínculo se terminó de erosionar cuando ambos dirigentes quedaron envueltos en un escándalo con el kirchnerismo a partir del apocalíptico pronóstico que hizo hace unas semanas Barrionuevo, que insinuó que «en diciembre el país vuela por los aires» por la elevada inflación. A partir de la denuncia esgrimida por la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, Hugo Moyano se inclinó por una postura más discreta y menos vehemente, en tanto que Barrionuevo continuó abrazándose a ese perfil de patán que lo colocó dentro de la «tristemente célebre» lista que integran los personajes más nefastos de las últimas décadas.

Algunas lenguas se animan a soltar la versión de que Moyano se habría inclinado por una postura de mesura ya que lo atemoriza la posibilidad de que la justicia avance con las causas que lo tienen a él y a su familia como principales protagonistas.

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