«Los que están en la lucha siempre están al borde de ir presos»

El líder de los Camioneros afirmó que la movilización que impulsa para el próximo miércoles se debe a que el gobierno «no cumplió» y a esta altura «dialogar no sirve», al tiempo que negó que la haya organizado para contrarrestar las demandas judiciales en su contra. «Nada que ver, es otro de los disparates que se dicen», expresó.

«La gente está sufriendo necesidades, perdiendo el poder adquisitivo de los salarios, lo que pasó con los jubilados», enumeró durante su participación en el programa de Mirtha Legrand.

Hugo Moyano aseguró que a la participación será masiva: «Creo que va a ir mucha gente», dijo, y ratificó que será el orador de cierre. «No es como dicen algunos, que voy para contrarrestar (las denuncias judiciales), nada que ver», reiteró. Los Camioneros esperan 500.000 personas de piso.

En ese marco, el titular de Independiente insistió que «la gente está muy disconforme con lo que está pasando y esto genera este llamado a la movilización». Los reclamos «históricamente fueron así, hay que seguir reclamando. Cuando no hay respuesta no queda otro camino», dijo y señaló: «Creen que con el aumento del 15% está bien. De acuerdo a la inflación no tiene sentido, lo toman como un aumento, es mentira».

«Seguramente en mesas como éstas no se entiende, pero donde falta comida si se entiende», lo cual provocó la reacción de Legrand, quien lo cortó: «Está equivocado, no estamos en contra de los trabajadores».

Moyano participó del programa mientras en la ciudad de Buenos Aires se desarrolló un conflicto con los recolectores de residuos, que finalizó el sábado por la noche con una conciliación obligatoria, por el reclamo de un bono de fin de año de $ 9.000. Moyano dijo que los trabajadores de ese sector «cumplen una función muy importante» y señaló que «son hombres que trabajan cuando la ciudad duerme o se divierte». La Subsecretaría de Trabajo, Industria y Comercio del Gobierno porteño convocó a una audiencia para el jueves 22.

El sindicalista acusó que el Gobierno «les manda a decir (que no irán a la marcha) creyendo que van a debilitarla», y adjudicó el distanciamiento con el gobierno por no haber dicho que estaba de acuerdo con la reforma laboral.

Admitió que durante el gobierno de Mauricio Macri al frente de la Jefatura del gobierno porteño tuvo bien diálogo. «Teníamos muy buena relación, siempre encontrando solución; después se cortó» y acotó: «Cuando no hay solución para qué sirve el diálogo».

Moyano también tuvo un entredicho con el periodista Alfredo Leuco, quien le mencionó los casos de corrupción en el sindicalismo, a lo cual le respondió que los periodistas «creen que son puros y castos y no es así», y se preguntó: «¿tener algo es deshonesto?». Leuco le replicó que «hay que explicar» de dónde obtuvieron los fondos y la reacción del líder de los Camioneros señaló que «si un dirigente gremial tiene algo es un negro, es así, no se entiende muchas veces la lucha de los trabajadores».

«Hay un montón de cosas que han inventado, le hacen notas a tipos en la cárcel para que hablen mal de mí», sostuvo en torno a Pablo «Bebote» Álvarez, el hombre sindicado como jefe de la Barra Brava de Independiente, y el sindicalista Omar «Caballero» Suárez. «La pinta no me ayuda, si fuera rubio de ojos celestes sería otra cosa», agregó en la mesa, donde también estuvieron invitados el intendente de San Isidro, Gustavo Posse; al vocero de la Armada Argentina, capitán Enrique Balbi, y Matías Bagnatto, sobreviviente de la denominada Masacre de Flores.

En otro tramo de la cena, Moyano recordó sus experiencias tras las rejas y relató que estuvo tres veces preso: dos de ellas durante la dictadura y otra porque «me metieron droga». «Los que están en la lucha siempre están al borde de ir presos. El dirigente gremial está al límite; inventan cosas, con impunidad, por el poder de tener un micrófono».

Moyano rechazó todas las denuncias gremiales en su contra, aseguró que en todos los casos se trata de «inventos», y dijo que no le va a pedir disculpas a la diputada Graciela Ocaña, a la que trató de «cucaracha», porque ella ofendió a su familia, dijo. «Me acusan pero no estoy imputado de nada», dijo y aseguró que eso lo va a demostrar la Justicia.

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