¿El Durán Barba de Cristina Fernández? Quién es Antonio Gutiérrez Rubí

Por Julian Goldin

Que en la política siempre hubo monjes negros u hombres desde las sombras, sin dudas los hubo. Sin embargo: ¿Alguien puede dudar hoy de la importancia y la vigencia del asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba en nuestra política?

Algunos preferirán repudiarlo, demonizarlo, tildarlo de maquiavélico e inescrupuloso. Otros agigantarán su figura, como un genio político único e irrepetible. Amado, odiado y elogiado desde diversos sectores. Como el gran titiritero de su propia obra, son muy pocos los que ignoran su existencia.

Su historia con Mauricio Macri comenzó en 2006, y como él mismo suele decir (casi golpeándose el pecho), nunca perdió una elección. Afirma conocer “el arte de ganar”, y de hecho así se llama uno de sus libros más importantes, publicado en abril de 2011. Ese mismo año le dijo a Macri que no participara en la elección de 2011, porque Cristina arrasaba, y así fue. En 2015, lo convenció de no avanzar en la unidad con Massa, de copar la estructura radical y fue uno de los impulsores de María Eugenia Vidal en la provincia. Fue también quien insistió en la estrategia de no confrontar tanto con el kirchnerismo, de bajar el tono de agresividad y de mostrarse como una opción (superadora) que viniera a “rescatar lo bueno y desechar lo malo”. Sin dudas, ese fue su año.

¿Quién es Gutiérrez Rubí? Muchos lo han definido como un “Anti Duran Barba”

Como afirma en la entrevista recientemente realizada por el Diario El País el 23 de agosto, encara sus campañas desde las encuestas, pero también desde la psicología y los focos grupales. “Desde la aparición de la televisión, empieza a crujir la idea de los líderes estatua”. Por lo que busca que sus políticos sean reales. Más aún teniendo en cuenta el caso del PRO, que muchas veces fue señalado como partido de clases privilegiadas, siempre insistió en la idea de la “campaña timbreo”. Con líderes que al menos aparentaran estar al lado de la gente, entendiendo de sus problemas y sus dificultades.

Las reacciones y acusaciones desde el espacio peronista-kirchnerista con el asesor ecuatoriano han sido de lo más diversas. Podríamos decir que, de alguna forma, el kirchnerismo porteño lo hizo conocido en la campaña de la ciudad de 2011, cuando lo acusó de hacer campaña sucia por vía telefónica. En muchos casos fue comprobado.

Por lo general, se lo criticó por sus métodos. Crítica que también se extendió a los dirigentes del PRO, por “repetir como loros” el libreto de Durán Barba. Y la crítica tenía su lógica, ya que el peronismo y sus líderes siempre se especializaron en la fórmula “Espontaneidad + Carisma”, refractarios a todo aquello que oliera a discurso impuesto o fingido.

Sin embargo, esta última campaña de Cristina Kirchner en provincia de Buenos Aires, parece haber marcado un quiebre con respecto a esta actitud y a estas posturas. Un quiebre que no se sabe que tan profundo va a ser y que resultados electorales pudo o podrá implicar. Y gran parte de este cambio tiene que ver con la aparición del asesor catalán Antoni Gutiérrez Rubí en la escena.

¿Quién es Gutiérrez Rubí? Muchos lo han definido como un “Anti Duran Barba”, por su perfil algo más bajo y menos excéntrico respecto al del asesor ecuatoriano. Especialista en comunicación vía redes sociales, fue un gran motor de la irrupción de PODEMOS en el bipartidismo español. Sin embargo, nunca dejó de trabajar en Latinoamérica. Se presenta muchas veces con una famosa frase de Shakespeare en la que afirma que “vale más ser rey de tus silencios, que esclavo de tus palabras”. Y eso define su estrategia, en la que menos es más.

¿Volverá Cristina a endurecer su discurso?

Desde 2016, Antoni Gutiérrez Rubí comenzó a trabajar con Cristina, y su estrategia, sin embargo, no fue demasiado distinta a la de su par ecuatoriano. ¿Cuál fue? Proyectar la imagen de una Cristina más amable, más sincera, más cercana. Que el eje de la campaña no se encuentre en su figura, sino en la gente que sufre las políticas económicas de este gobierno. Con pocos discursos largos (muchas veces un aspecto criticado en CFK), con un solo gran acto y con mensajes más bien contundentes vía redes sociales. En su reciente entrevista a El País, consciente de esta disputa entre consultores, Duran Barba llega a afirmar que Cristina “copió” íntegramente sus campañas. Sin embargo, cabe recalcar que el asesor ecuatoriano también “copió” mucho del peronismo y su calor popular para las campañas electorales.

Más allá de todo esto, cabe preguntarse: ¿Hasta dónde llegará esta reconversión en la figura de Cristina? ¿Es posible encarar un cambio así en la imagen de una líder tan fuerte? Sobre todo, después de tantos años de un mismo discurso: ¿La gente confiará en este cambio? Y por último, ante los resultados de las PASO, no del 100% satisfactorios: ¿Volverá Cristina a endurecer su discurso?

La ex presidenta parece haber entendido parte de su problema, y estas PASO hayan venido tal vez a confirmarlo: Su piso electoral es muy bueno, pero su techo es bastante bajo y el discurso duro no hace más que seguir reduciéndolo. De ahí el cambio.

Su alto piso le permite y le permitirá ser una figura de importancia a la hora de negociar en la oposición, pero su bajo techo (de confirmarse), le impedirá liderar de forma absoluta este movimiento opositor. Ante este escenario, cabe de vuelta preguntarse: ¿Seguirá Cristina trabajando a la par con Gutiérrez Rubí o dejará de prestarle atención a su “Duran Barba catalán”?

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