El nuevo Código Civil, los argumentos de la oposición y una perlita de Clarín

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El pasado miércoles se votó el nuevo Código Civil y Comercial de la Nación. El hecho más notorio fue quizás el espectáculo brindado por la oposición, que una vez más estuvo más interesada en hacer gestos a las cámaras de TV que en cumplir con sus obligaciones legislativas. La oposición en su conjunto vino dando muestras de su intención de paralizar el debate antes de que ocurra, demostrando claramente que lo que menos le importaba era debatir el proyecto.

¿Cuáles fueron los argumentos de la oposición?

Elisa Carrió dijo que el proyecto “no pasó por las comisiones, ni siquiera está impreso el código para poder tratarlo”. A ello se le suma la presentación de un Amparo judicial por el cual intentó evitar el tratamiento del proyecto una semana antes. Luego de la votación se encargó de realizar una de sus típicas denuncias por “abuso de autoridad” e “incumplimiento de los deberes de funcionario público”.

La diputada Carrió, parece no haberse enterado de que el anteproyecto discutido por la comisión redactora encabezada por el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, circula hace años y es el producto no del “capricho K”, sino de un largo debate que atraviesa a la sociedad en su conjunto.

Por otra parte, habría que revisar la conducta de la diputada en su intento de cancelar el debate por vía judicial, en un claro intento de avasallar al poder legislativo en sus funciones. Es más que reprochable la hipocresía que ronda cuanto hace y dice Carrió, quien siempre se erige en heroína de la república, para luego intentar boicotear el mandato popular surgido de elecciones democráticas.

Darío Giustozzi, diputado massista, sostuvo que hay que discutir “el grado de violencia institucional, en algo tan importante que va a regir las relaciones civiles y comerciales”.

Para Darío Giustozzi la violencia institucional se caracterizaría por el hecho de tener que soportar ser minoría en la cámara y tener que aceptar las decisiones tomadas por la mayoría. No sería violencia institucional los boicots planificados con los medios concentrados de comunicación que incluyen por ejemplo vaciar el recinto para deslegitimar una propuesta mayoritaria en claro incumplimiento del mandato popular. Tampoco sería reprochable para el diputado la conducta del diputado Sergio Massa, que por lo general falta a su trabajo mientras se pasea por los sets de TV.

La oposición en su conjunto (menos Carrió que decidió ir por más) elaboró una denuncia que sostiene entre otras cosas que se ha «cercenado su derecho a debatir, en cumplimiento con su mandato popular, una ley de la importancia y trascendencia del Código Civil y Comercial».

El nuevo Código, ha sido largamente debatido, comenzando por su paso por el Senado el pasado Marzo, en que se recordará la polémica por las modificaciones introducidas respecto del comienzo de la vida, a raíz de una supuesta presión de la Iglesia Católica. En esa oportunidad, la oposición actuó igual: se negó a debatir dejando el recinto de la cámara alta.

Lo que debiera preguntarse el pueblo argentino, es qué clase de dirigentes componen a la oposición que está haciendo costumbre una práctica claramente antidemocrática. Nada les impide sentar su posición, debatir y votar en contra, puesto que es su facultad y deber en representación de sus electores. Sin embargo, prefieren buscar constantemente la deslegitimación del poder legislativo, que mal que les pese es el más democrático y representativo de los intereses de los ciudadanos.

Las modificaciones

El nuevo código introduce importantes modificaciones en lo que hace a:
– adopción;
– reproducción humana asistida;
– se adecúa mucho mejor a la realidad de la familia actual con un nuevo régimen de matrimonio, unión convivencial y divorcio, así como modificaciones en el régimen de responsabilidad parental;
– unifica el código civil con el código de comercio que se encontraba en su mayoría derogado por leyes especiales;
– apartado de derechos personalísimos;
– se incluye regulación en materia de consumo;

Una perlita de Clarín

El “gran diario argentino” que agotó toda su tinta hablando del “tratamiento express” del nuevo código civil, ponía en boca de la oposición, 15 días antes, su indignación por cómo el proyecto del Código Civil dormía en los cajones de la cámara baja.

Decía entonces: “Desde la oposición, culpan a los bloques oficialistas de ocuparse casi exclusivamente de las leyes que manda el Ejecutivo, relegando las de origen parlamentario, aunque hayan sido elaboradas por su propia tropa. Con todo, desde hace meses están frenadas en Diputados las que mandó Cristina para reformar el Código Civil y para crear la Universidad de las Madres, la Universidad de la Defensa y el Instituto de las Artes.” (15/9/2014 “Más de 100 leyes duermen en los cajones y caerían a fin de año”).

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