Hoy se desarrollarán las elecciones legislativas en Estados Unidos. Se renueva toda la Cámara de Representantes y un tercio del Senado. En medio del descontento popular, el Partido Republicano es favorito para hacerse el control de ambas cámaras.
Hoy se celebrarán las elecciones de medio término en el país del norte, donde se elegirán 435 bancas en la Cámara de Representantes, 36 senadores y los gobernadores de 36 estados. Todo parece indicar que los republicanos cuentan con los votos necesarios para obtener la mayoría en las dos cámaras, lo que complicaría aún más estos dos últimos años de la gestión Obama.
Es común que en este tipo de elecciones se elija al partido de oposición. En este contexto, Barack Obama, del Partido Demócrata, cuenta con muy poca adhesión de la ciudadanía. En este sentido, su popularidad no sube del 40% en los últimos meses.
Tras la llegada de Obama en 2009 con un discurso lleno de promesas, se abrió una esperanza de una posible era de cambios. Sin embargo, nada de esto ocurrió: Obama siguió por la línea de sus antecesores, continuó el bloqueo a Cuba, no cerró la prisión de Guantánamo como había prometido, se embarcó en conflictos bélicos que le restaron popularidad, y no supo manejar temas cruciales a nivel internacional. Es por ello que se prevé que habrá un voto castigo a los demócratas.
Se espera que la participación electoral sea baja, como es costumbre en Estados Unidos. Por otra parte, los ciudadanos creen que por más que los republicanos controlen las cámaras nada va a cambiar. Lo que sí es cierto es que el Partido Republicano queda bien parado de cara a las elecciones presidenciales de 2016, lo que representa un giro a la derecha en el centro de la potencia mundial.
Alberto Rastelli