Hay Oposición: Larreta, Vidal y Macri en el espejo del Peronismo Federal

Por Alejandro Agüero

Mauricio Macri buscó jibarizar a la oposición alentando el fantasma Cristina. Detrás de esa estrategia fragmentó al sistema político y logró gobernabilidad a tavés del Peronismo Federal. Estrategia exitosa que hoy replica Alberto Fernández a través de Rodríguez Larreta y de Jorge Macri, patriarca de los intendentes cambiemistas del conurbano bonaerense.

Todo oficialismo construye su oposición, tanto para gobernar como para ganar volumen electoral. En esa tarea, el presidente de turno ratifica su liderazgo polarizando con otro dirigente en un ejercicio de diversificación del tablero opositor. Lo hizo Macri con Cristina y ahora Alberto con el propio ex presidente.

Alberto Fernández construyó una representación simbólica, están los opositores que aportan gobernabilidad frente a la crisis del Covid-19, y están los otros, que con trolls mediante obstruyen la gestión gubernamental. En ese juego entró Juntos por el Cambio, y de un lado quedaron los que tienen responsabilidad de gobierno y del otro los que desde la comodidad de sus bancas parlamentarias apuestan a capitalizar cualquier traspié sanitario o económico del gobierno nacional.

La suerte está atada, y el Coronavirus aportó una novedosa comunidad de intereses entre el gobierno nacional y el de la provincia de Buenos Aires que se extendió también al ejecutivo porteño. ¿Cuándo antes se había logrado esa sinergia institucional? La amenaza de la pandemia sirvió de excusa para un tablero político que busca nuevos liderazgos luego del asfixiante duelo polarizante entre Cristina y Macri.

En este orden de cosas Rodríguez Larreta apuesta a quedarse con el liderazgo opositor enhebrando un entendimiento entre María Eugenia Vidal y Jorge Macri. En la cabeza del jefe de gobierno aparece la ex gobernadora como excusa necesaria para correr a Macri de la boleta porteña en 2021 y como variante para terminar de sepultar el experimento de Martín Lousteau. Su mudanza de distrito le daría margen para consolidar un entendimiento con Jorge Macri que busca darle aire a su proyecto provincial.

Por otro parte, Maurio Macri que juega al silencio prudencial, manda a Patricia Bullrich a ocupar el espacio de oposición confrontativa en juego con Mario Negri, otro de los radicales que desde la comodidad de su lugar parlamentario no padece la complejidad del Covid-19 que golpea las arcas de las provincias radicales que administran, entre otros, el dialoguista Gerardo Morales.

Si el proyecto presidencial de Larreta encontró aire con Elisa Carrió, la aventura de Jorge Macri contaría con un inestimable aporte de los intendentes peronistas que buscan derribar en el congreso bonaerense el impedimento de la reelección indefinida con el que Kicillof amenaza el equilibrio político en el conurbano bonaerense.

Alberto ya eligió a Larreta para gobernar a la espera del capítulo electoral. Será otra historia, aunque por lo pronto, si el Covid-19 le sirvió para homogeneizar su espacio político también le permitió avanzar en la fragmentación del espectro opositor.

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