Los números que comparten tanto en el larretismo como en el espacio de Matías Lammens hablan del titular de San Lorenzo arañando los 30 puntos y del jefe de gobierno en 45% víctima del lastre que genera la cara de Mauricio Macri en la boleta porteña.
Es que entre Macri y Larreta hay 16 puntos de diferencia en intención de votos, una distancia incluso superior a la que le saca Vidal en la provincia de Buenos Aires.
En el Frente Todos hay expectativa y entusiasmo por el crecimiento Lammens, y en el plan de campaña trazado hay dos momentos preestablecidos. El primero tiene que ver con instalar al candidato a jefe de gobierno para que logre absorber al votante que en la presidencial acompañará a los Fernández evitando fugas mínimas hacia un Larreta que tiene niveles de aprobación que superan el 50% entre los porteños. Un segundo momento vendrá con el correr de los días y tiene que ver con consolidar una narrativa de campaña que dialogue con el votante de Martín Lousteau que mira criticamente su salto a las filas de Cambiemos.
Si las elecciones fuesen hoy, en el Instituto Patria hablan de 15 puntos de distancia y anticipan que Larreta no romperá la barrera del 45%.
Números que entusiasman a un kirchnerismo que mira por primera vez al balotaje como un terreno a disputar.
