Dos años atrás en el cierre de listas para la elección de Jefe de Gobierno porteño, Juan Cabandié perdió la pulseada con Mariano Recalde quien ayudado por Andrés ‘cuervo’ Larroque logró que Máximo Kirchner apartara de la lista al histórico líder de la Cámpora en la ciudad.
Todo quedó en el olvido, y hoy quien parte más atrás en la consideración del hijo de Cristina es Mariano Recalde, y esto hizo que por decantación el acuerdo que impulsara con Víctor Santa María haya quedado en el olvido.
En este escenario, y acercándonos al proceso electoral, Juan Cabandié volvió a ser el centro de la política en el kirchnerismo porteño, y en este sentido, logró el respaldo de Máximo para fortalecer el Unidos y Organizados en detrimento del acuerdo con el PJ que operaba el ex director de Aerolíneas Argentinas.
Si el encuentro en el Calafate con Cristina y Máximo fueron la antesala a este escenario descripto, el reciente lanzamiento de Alberto Fernández terminó por evidenciar el veto de la Cámpora al frente amplio impulsado por Santa María.
Así las cosas, hoy Cabandié encabezaría la lista de diputados nacionales acompañado por Gabriela Cerruti, en tanto que la dirigente de Kolina Victoria Montenegro dejaría en un incómodo segundo lugar de la lista de legisladores a Mariano Recalde, que tendría luego al sabbatelista José Campagnoli y a Lorena Pokoik en cuarto lugar.
Todo parece volver al lugar original en la Cámpora. Más que preocupado estará Javier Andrade quien de ser un histórico aliado de Cabandié pasó a ser un soldado del ‘cuervo’ Larroque en la legislatura al igual que Paula Penacca. La historia de traiciones internas en la organización que dedica su tiempo a levantar el dedo acusador contra la dirigencia peronista es de larga y abundante trayectoria.
En última instancia, la Cámpora es Máximo Kirchner y este siempre miró con malos ojos al peronismo de la ciudad que por estas horas observa con atención el desenvolvimiento de la candidatura de Felipe Solá.
