El indiscutible giro a la derecha de la sociedad francesa ha pasado una nueva reválida con la aplastante victoria de la alianza liderada por Nicolas Sarkozy, que ha arrebatado al Partido Socialista la mitad de sus asientos en la segunda vuelta de las elecciones departamentales francesas, y que refuerza al expresidente de cara a las próximas presidenciales de 2017.