Mediante un exabrupto, el intendente de Mar del Plata le pasó factura a su antecesor. «Tengo una deuda de 760 millones; me aprietan de todos lados y yo soy uno solo». Para enero prometió una «revolución» en el distrito.
Carlos Arroyo, intendente de General Pueyrredón, mantuvo una charla con un grupo de cooperativistas que efectuaban un reclamo en las puertas del municipio. Allí se dio una conversación en la cual el jefe comunal le pasó factura a su antecesor, Gustavo Pulti.
«Yo les dije a los muchachos, no sé en qué medida voy a poder cumplir exactamente, porque tengo el problema de que este hijo de puta no me dejó nada, tengo una deuda de 760 millones de mangos, estoy hasta acá» aseguró sin filtro a la hora de adjudicar culpas.
«Me aprietan de todos lados y yo soy uno solo. Recién hice un apriete por teléfono y pedí guita; si los tipos me cumplen va a entrar y lo obligo al secretario a pagar, sino que Dios nos ayude a todos» agregó como forma de excusarse.
Sin embargo, el cierre de esta conversación con los cooperativistas fue de lo más llamativo, dados los antecedentes de Arroyo: «Esto me da vergüenza ajena porque esto no debería ocurrir; ahora viene la revolución. A partir de enero viene la gran revolución, vamos a dar vuelta todas las cosas«.