Ya paso un poco más de un mes del mal gobierno de Macri y todo lo que dijimos que iba a pasar, está pasando. El «miedo» que, decían, le estábamos metiendo al Pueblo se convirtió en cruda realidad. ¿Acertamos porque somos grandes estadistas? ¡NO!
Es porque ya conocemos el Manual Neoliberal que se impuso en los ’90. En ese momento se cooptó al peronismo para llevar a cabo la tarea. Hoy la derecha lo hace con un partido propio y no tiene empacho en nombrar a los CEO’s y gerentes de multinacionales en los cargos públicos para llevar adelante el plan de gobierno para una minoría.
El gran triunfo de la derecha es haber logrado más votos que la cantidad de privilegiados que va a tener su modelo económico. El gran triunfo es que gran parte de los sectores medios y trabajadores hayan creído en un partido de patrones, millonarios y corporaciones.
Hoy no solo la Justicia y los medios de comunicación giran en función de la estrategia de los grupos concentrados de la economía. A ellas se agrega el Estado, que día a día comienza a estar ausente en el territorio de las mayorías, como por ejemplo junto a los inundados del litoral, junto a los trabajadores de fábricas que se vacían, etc; para hacerse presente en las necesidades de los fondos buitres, la embajada norteamericana, el sector financiero, las multinacionales y los exportadores de materia prima.
A un mes de gobierno la medida más popular de Macri fue un plus de 400 pesos a los jubilados y madres de la Asignación Universal por Hijo para Navidad.
Medidas antipopulares sobran: devaluación del 40%, despidos masivos en el Estado, baja de retenciones a la renta extraordinaria, endeudamiento externo, para comentar sólo algunas.
Pero a no equivocarse, hemos perdido una elección, no las convicciones. Están intactas nuestras fuerzas, reacomodándose y evaluando mas mejores estrategias para enfrentar a este mal gobierno.
Tenemos una responsabilidad: evaluar nuestros errores y seguir representando a la casi mitad de los argentinos que no eligieron este mal gobierno.
Y un gran desafío: volver a recuperar el Estado para el bien común, para volver a ponerse del lado del Pueblo y reencauzarnos en el camino de construir una Patria grande y feliz.