La Unión Cïvica Radical bonaerense, socio menor de María Eugenia Vidal en la alianza Cambiemos, volvió a manifestar su descontento con la dirección que la gobernadora le imprime al frente. En concreto, rechazan las incorporaciones de sectores y dirigentes peronistas, como Joaquín de la Torre (quien se incorporó al gabinete desplazando al radical Jorge Elustondo). Por otro lado, resultan más indigestibles los acercamientos con jefes comunales como Alejandro Granados o Mario Ishii.
El Comité Provincia, presidido por Ricardo Alfonsín, emitió un durísimo comunicado. «Preocupa el hecho de que el PRO tome decisiones que afectan la composición de Cambiemos de manera inconsulta y sin la debida participación del resto de las fuerzas». Los radicales consideran que los ingresos «deben satisfacer elementales consideraciones de forma y fondo».
Entienden los radicales que los pases de los deben tener un sustento «en valores como los que explican el nacimiento de Cambiemos: la defensa de las ideas y los principios asociados a una ética republicana de la política». «La idea de la gobernabilidad de ninguna manera puede justificar la omisión de consideraciones como las aludidas» asegura en otro pasaje para dar a entender su negación a incorporar a los peronistas.
«Una actitud semejante terminaría debilitando la confianza de la sociedad en Cambiemos, y a la postre, la misma gobernabilidad» termina diciendo la nota. Esta posición refuerza la esbozada días después de la incorporación del ex intendente de San Miguel en la localidad de Azul. Allí Carlos Fernández, vicepresidente del Senado bonaerense, había asegurado «queremos cuidar a Cambiemos. Esto es una advertencia. El que quiera oír que oiga».