El diputado nacional y el ex ministro de economía, Axel Kicillof, analizó que «2016 fue un año desastroso» a pesar de que «en la campaña presidencial de 2015 dijeron que no se perdería nada» pero hubo un «deterioro del salario y del empleo».
En una entrevista brindada al diario La Nación, Kicillof analizó que «el año pasado fue malísimo en tres parámetros: la actividad económica, que en 2015 había crecido un 2,6% y el año pasado cayó un 2,3%; la inflación, que según los privados había sido de 23% y que luego se duplicó, y el déficit fiscal que, con cualquier medición, aumentó entre uno y dos puntos de un año al otro».
Para el diputado, las políticas económicas fueron erradas ya que «devaluaron el tipo de cambio sin pensar en la inflación; hay una mirada equivocada y mucha descoordinación. Hay muchas contradicciones entre los diferentes funcionarios y no hay una orientación económica definida; los ministerios están tabicados».
Kicillof resaltó que «lo más significativo fue la caída del salario, que junto con el encarecimiento del crédito deterioró el mercado doméstico, con una caída del consumo del 10%». Además, se mostró pesimista respecto del futuro y aseguró que «no veo que esté mejorando el poder de compra de ningún sector» y remarcó que lo más preocupante es lo que pueda a ocurrir a largo plazo, ya que se fomentan «la desindustrialización, la reprimarización de la economía y el reendeudamiento del país».
En esta línea, el ex Ministro analizó que los sectores que pueden percibir algún crecimiento son el financiero y el agropecuario pero «no va a crecer la industria; no hay motor y no veo interés del Gobierno».
