Por Martín Schuster. Perdimos. Vivimos un diciembre raro, oscuro, incierto. Siendo espectadores de la política después de años de militancia y protagonismo. Sin embargo, sí hay una autocrítica por hacer, y quizá sea la más pesada de todas.

Hace algunas semanas, el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, dirigido por Agustín Salvia, difundió los avances de su informe anual, en los cuales se sostiene que la pobreza en el país habría aumentado en los últimos dos años y que los niveles actuales son similares a los del año 2010. Clarín y La Nación explotaron este estudio para titular, a un mes de las elecciones, que la situación social de la Argentina estaba empeorándose. Según Gabriel Calvi, docente de la Universidad de Buenos Aires y director de un proyecto acreditado en la Facultad de Ciencias Sociales, el informe de ODSA tiene serias inconsistencias técnicas y metodológicas que ponen en duda algunos aspectos centrales del diagnóstico de la situación social que la UCA publicita. Desde ABC en Línea nos contactamos con él para conversar sobre este tema.

Por Martín Schuster. Una incógnita mucho menos encuestable pero no menos interesante pregunta más allá de los lugares formales. Interroga sobre la conducción del Movimiento Nacional Justicialista en los años años venideros. Esa pregunta es el centro de muchas de las discusiones (y preocupaciones) políticas del hoy. Y a ella están dedicadas estos párrafos.

Por Martín Schuster. Ocho años después de la primera victoria del PRO, seguimos siendo mucho más el FPV “en” Capital, que una fuerza política original y con propuestas y programas propios, enmarcados en el proyecto nacional pero con algo para decir específico y concreto sobre el distrito, que nos contenga a todos: seguimos sin ser el FPV “de” la Capital.

Por Martín Schuster. Deberemos saber escuchar con honestidad y sin prejuicios vanguardistas las voluntades de las grandes masas argentinas y canalizarlas hacia un objetivo histórico que sirva de horizonte para nuestra acción política. La construcción de la Nueva Utopía es la tarea de nuestra generación. Y deberemos hacerlo solos.

Por Martín Schuster. Hacer política en un año electoral es hacer política electoralista. Necesariamente. Pero la política electoralista no es el único modo de hacer política. No subestimemos la importancia de las elecciones en la política democrática. Porque el futuro de los cuarenta millones en buena medida depende de la elección presidencial.

Los movimientos políticos pueden definirse por una supuesta doctrina ahistórica siempre idéntica a sí misma que se manifiesta en distintos dispositivos en cada época, o por el mismo dispositivo, la misma maquinaria, que puede servir a fines diferentes según el momento del tiempo. Según la década. Mal que le pese a los “auténticos”.

En política hay, fundamentalmente, dos elementos. Uno es la ideología, otro es la praxis. De un lado el sentimiento, los valores, los fines últimos. Del otro, la acción real, la experiencia fáctica, los medios a veces oscuros a partir de los cuales nos movemos. La disputa cruda del poder real, despojada de los discursos embellecedores.

Los kirchneristas y peronistas no podemos ganar porque (nos parece) el electorado porteño se mueve de forma muy diferente al resto del país. ¿Es correcto decir que es volátil?. Por otro lado, ¿es acertado asegurar que al porteño le interesa más los candidatos que los partidos?