La ex intendenta de Campana, Stella Maris Giroldi, sorprendió a propios y ajenos cuando hace poco más de tres meses renunció a la presidencia del Partido Justicialista local, denunciando traiciones y manejos poco claros de los propios colaboradores de su equipo de gobierno.
En declaraciones radiales, incluso detalló a qué funcionarios de su gabinete apuntaba. A esas afirmaciones se sumaron polémicas expresiones acerca de su futuro en la política, afirmando que se retiraba porque ella ya había vivido su propia «década ganada», y que por ello se «encontraba hecha».
Pero si las declaraciones de la ex alcaldesa –derrotada por el automovilista de TC Sebastián Abella del PRO- sorprendieron a toda la comunidad de Campana, el hecho de que en sus últimas declaraciones apareciera impulsando una unión vecinal cuestionando a su antiguo partido, pusieron la frutilla del postre.
Pese al sobresalto, la nueva agrupación tuvo un fallido debut: el mismo día que anunciaban la incorporación de la ex presidenta del Consejo Escolar, las nuevas autoridades la denunciaban por una maniobra poco clara con $180 mil destinados a la compra de leche para los comedores escolares del distrito.