Decir que este proyecto político ha beneficiado ampliamente a los trabajadores resulta ya una obviedad, y basta solo con recodar que fue el propio Hugo Moyano quien años atrás sentenció: «después de Perón y Eva Perón este es el gobierno que más le ha dado a los trabajadores».
En consecuencia, el motivo del paro impulsado por Moyano y Barrionuevo poco tiene que ver con la situación de los trabajadores y debemos asociarlo entonces a un claro intento de desgaste hacia el oficialismo tendiente a generar las condiciones para el arribo de Mauricio Macri a la Casa Rosada.
Meses atrás, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo impulsaron la figura de Sergio Massa, y en este sentido tanto Facundo Moyano como Graciela Camaño pasaron a engrosar las filas del Frente Renovador. Sin embargo, la implosión del ex intendente de Tigre obligó al camionero y al gastrómico a migrar hacia el PRO vía Cristian Ritondo.
Por otra parte, y luego del fracaso de la operación política del ex fiscal Alberto Nisman, quedó algo en evidencia para el mundo político: a pocos meses de las elecciones presidenciales la imagen de la Presidenta de la Nación toca picos de aprobación y el proyecto político que desde los grupos económicos daban por muerto tiene importante chances de revalidarse en las próximas elecciones.
Es en este marco en el que tenemos que analizar el paro de hoy, que más que una acción de lucha del movimiento obrero es un intento de operación política por parte de dos dirigentes como Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, que acompañados de los piquetes de agrupamientos de izquierda y de la CTA de Víctor De Gennaro, buscan generar (otra vez más) un clima de zozobra.
El objetivo del paro orquestado por la CGT opositora es uno y muy evidente: enrarecer el clima social en un momento en el cual la situación económica argentina se encuentra por demás estable y cuando el liderazgo de Cristina Fernández dentro del FPV muestra sobrada solidez.
Durante las últimas semanas las diferentes consultoras dejaron en evidencia cual es el escenario electoral para agosto. El Frente para la Victoria disputará en ballotage las elecciones con el PRO, y en este sentido el clivaje en Argentina sea hace evidente: continuidad o restauración conservadora.
En este orden de cosas expuestas, tanto Barrionuevo como Moyano tomaron partido en esta discusión y mañana aportarán su cuota para la campaña presidencial de Mauricio Macri.
Resulta difícil pensar la discusión por el impuesto a las ganancias en un gobierno liderado por Mauricio Macri con un ministro de economía como Carlos Melconian. Lejos de ser una contradicción, para dirigentes sindicales como Barrionuevo sería repetir el ciclo de la década de los ´90 cuando fuera un actor protagónico del menemismo.
Por todo lo dicho, el paro de mañana termina por fundar la mesa sindical del PRO, y Moyano junto a Barrionuevo pasarán a operar para Mauricio Macri. De más está decir que no va a estar bueno Buenos Aires para los trabajadores.