De acuerdo a un informe del equipo técnico de la diputada y economista, Fernanda Vallejos, el 23 de abril comenzó una “una corrida cambiaria sin precedentes en la historia argentina, ya que la fuga en el peor mes de 2001 apenas superó los US$ 7.000 millones, y en este caso sólo la venta de billetes del Central fue de US$ 9.000 millones desde abril” cuyas causas se explican por “las decisiones tomadas en los primeros días de diciembre, como la eliminación de los plazos máximos de liquidación de las exportaciones, la desregulación del sistema financiero, la apertura importadora y de los flujos de capitales”. En este sentido, el trabajo alerta sobre las dificultades que ha demostrado el Banco Central de la República Argentina (BCRA) para establecerle límites a los grandes inversores especulativos. “Los capitales pueden entrar y salir a voluntad y en base a la rentabilidad y los riesgos. Por lo tanto, el Gobierno debe complacer a los ‘inversores’ garantizándoles altas rentabilidades y anclando los riesgos implicados en la operación”, señala el informe y acota: “ante una caída de la confianza, o una decisión de los grandes actores del mercado (en particular, la banca extranjera), el Banco Central carece de herramientas efectivas para frenar la corrida e imponer los precios deseados para el dólar. En particular, las medidas conocidas como medidas de precio (incentivos a mantenerse en pesos por medio de tasas de interés altas, y ventas de reservas para fijar el tipo de cambio) son insuficientes para parar la corrida”. La diputada y economista Fernanda Vallejos advirtió que “este es un modelo, además de socialmente injusto, económicamente inconsistente. La crisis cambiaria ha dejado al desnudo la insostenibilidad de una política económica con intolerables desequilibrios externos”.
En los últimos 2 días, el Banco Central vendió unos US$ 1.339 millones en el mercado cambiario, sólo para evitar que el dólar finalizara la semana por encima de los $24. En la semana perdió US$3.596 millones de reservas, si no contamos el crédito de Basilea, y vendió operaciones en futuros por US$ 950 millones. Hacia el final de la jornada de hoy, el Central intervino en el mercado secundario de Lebacs de manera masiva, comprando $30.000 millones del tramo más corto que vence el martes y $5.000 millones del que vence en junio. La tasa de las LEBACs alcanzó el 148% en el mercado secundario.
El equipo técnico de Vallejos también analiza la decisión del gobierno de Mauricio Macri de avanzar en un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para conseguir un crédito, que, según la fuente, podría rondar entre los U$D20.000 millones y U$D30000 millones.
En este sentido, el informe cuestiona el adelanto que hizo el Gobierno de tratar de obtener una “Línea de Crédito Flexible” para la cual la Argentina “no calificaba”. “La Línea de Crédito Flexible requiere que los países tengan fundamentos macroeconómicos sanos, es decir: política monetaria y cambiaria consistente, baja inflación, superávit fiscal y de cuenta corrientes, y libre movilidad de capitales. Sus condiciones crediticias implican una tasa de entre 2,88% a 4,88%, dependiendo del monto y el plazo, y no posee un límite real. Es evidente que el gobierno argentino no calificaba para esta línea”, explicita el trabajo y añade: “resulta extraño que el gobierno anunciara que tenían un principio de negociación para acceder a esta línea pues la negativa obvia del Fondo generó mayor incertidumbre en los mercados”. Siguiendo esta misma línea de razonamiento, el informe concluye que “los actores del mercado lo tomaron como una mentira, un llamado desesperado por el financiamiento, y los US$20.000-22.000 millones que podrían recibir del Fondo no aplacaron la corrida”. También advierte que el modelo stand by al que accederá el Gobierno tiene mayores “condicionalidades” que otros préstamos del FMI. “El programa posee una forma de acceso excepcional en la cual el Fondo puede prestar más que el límite, que exige una fiscalización más dura del FMI sobre las políticas económicas del país”, precisa.
Al respecto Vallejos apuntó que ““la solución a esta crisis, que tiene en vilo a los argentinos desde hace dos semanas, está en manos del Presidente, que está a tiempo de reconocer el fracaso de esta política y hacer lo que necesita la Argentina, que no es ir a buscar al Fondo Monetario sino, por el contrario, rectificar el rumbo económico”. Por último, la legisladora subrayó que “acudir al Fondo Monetario con las condicionalidades del stand by y el ajuste sólo agravará la situación económica y social del país. El Gobierno no necesita el apoyo del FMI, si asume las decisiones correctas, contaría con el apoyo de los argentinos”.