De la mano de la crisis económica, la actividad del trueque que tuvo su auge con la crisis de 2001- está regresando al distrito, aunque por ahora no se desarrolló como 15 años atrás, cuando cada ciudad matancera contaba con un lugar en el que se intercambiaban productos y servicios sin dinero de por medio.
Los organizadores aseguran que la inflación, el desempleo y el incremento de tarifas registrado en los últimos meses provocó la reedición de las condiciones que se registraron años atrás.
Gregorio de Laferrere y Rafael Castillo aparecen como las ciudades en las que hay mayor actividad de este tipo de alternativa a la comercialización tradicional.
En esta edición 2016, también se recurre a la red social Facebook. Dos vecinas de Gregorio de Laferrere, Laura y Mayra Gómez, crearon el grupo cerrado «Trueque sin dinero, solo x alimentos Laferrere, Catán, Casanova», que ya cuenta con 1942 miembros. Cada integrante del grupo sube fotos del bien que ofrece canjear -generalmente prendas de vestir, aunque también pueden ser golosinas- consignando los alimentos -habitualmente productos básicos- que se solicita a cambio.
Por ejemplo, un cuarto de galletitas dulces por azúcar, té, harina o puré de tomate; un colchón de una plaza por café instantáneo, shampoo, crema de enjuague y dos kilos de azúcar; una calza o un pantalón por un kilo de azúcar y un kilo de harina; o una pollera por un kilo de arroz y un kilo de azúcar.
El lugar para concretar los trueques es frente a la estación de trenes de Gregorio de Laferrere, elegido por las organizadoras por las distintas líneas de colectivos que permiten acceder al lugar desde distintos puntos.
También en Facebook está el grupo público Trueque 2016 La Matanza, donde se ofrecen distintos productos, pero sin la exigencia de canjearlos por alimentos, como ocurre en el grupo precitado.
Con el estilo tradicional, e integrando la Red Global del Trueque, hay un club en la Sociedad de Fomento de Rafael Castillo, en Chavarría 2300, que funciona los martes y jueves de 13 a 15 y los sábados de 9 a 11. Allí se utilizan los denominados créditos, bonos que ya habían sido creados en 2001, y que se consideran necesarios ante la imposibilidad de encontrar una igualdad en los productos o servicios a trocar.
Para evitar falsificaciones -como ocurrió hace 15 años- los créditos cuentan con medidas de seguridad, como marca de agua y numeración.
Por otra parte, el humilde barrio La Palangana de Gregorio de Laferrere es escenario también de encuentros de trueque, donde no sólo se intercambian bienes, sino también servicios.
En Villa Insuperable, en tanto, el lugar elegido para el intercambio es Paso 4124, donde la actividad se realiza sábado por medio, por iniciativa de la vecina de Villa Madero Mirta Reinoso.