En otra muestra de defensa de la última dictadura militar, el medio perteneciente al empresario Daniel Hadad, publicó una vergonzosa columna sobre la ley que se aprobó recientemente en ambas cámaras bonaerenses.
La ley indica que en los documentos oficiales, los organismos gubernamentales deben referirse a la dictadura como Cívico-Militar, reconociendo la culpabilidad de la pata civil en el Proceso, en los crímenes de lesa humanidad. Asimismo la ley indica reconocer que el número de desaparecidos es de 30.000. Esta ley fue celebrada por los organismos de derechos humanos.
Bajo el título de “La ley que convirtió a Vidal en otra política más” el polémico columnista Dardo Gasparre, sale al cruce de la gobernadora por no haber vetado esta ley: “Cualquier plan serio de cambio debe ser conducido por una persona que enarbole principios firmes y sólidos y una vocación de sacrificio que raye en el heroísmo. María Eugenia Vidal era, en ese sentido, la predestinada a realizar la transformación que Macri no va a hacer.”
“El autoritarismo de obligar al Estado a convalidar en sus textos, sus leyes y sus actos una cifra de desaparecidos que es una burda y evidente mentira, simple estalinismo que se agrava al calificar al golpe de Estado de 1976 de accionar cívico-militar.” Continua el texto.
Y argumenta: “Por un lado, al obligar a la corrección política por ley se entorna la puerta a cualquier investigación sobre el fraude con los subsidios nacionales e internacionales sobre los 22 mil desaparecidos ficticios. Por otro, se abre la puerta a futuros avances contra civiles, como ya se ha esbozado en el pasado reciente contra empresarios y aun contra las autoridades eclesiásticas. Este avance gramscista de la posverdad sobre la opinión pública y la publicada ha sido el prolegómeno de todas las arbitrariedades kirchneristas en el tema.”
“Sin embargo, el daño más grande que ha hecho y se ha hecho la gobernadora al no vetar la ley ha sido a su propia credibilidad. Se esgrime que un veto a la ley hubiera sido fácilmente revertido por la Legislatura pero lo que se esperaba de ella era un acto principista fundacional, una señal de seriedad institucional y respeto por los ciudadanos”
“La mandataria ha evidenciado que carece de la condición de liderazgo. O al menos, que la canjea con facilidad.” Sentencia el autor.