Por Alejandro Agüero@AleAguero1
Por delante Mauricio Macri enfrentará los peores 30 días de su alicaída gestión de gobierno. Plazo en que el silencio de Cristina, las derrotas electorales provinciales con la espectacularidad que promete la tierra de Córdoba, junto a la inflación de abril que perforará el piso de marzo, construirá un escenario que bien puede terminar de consolidar la candidatura de Roberto Lavagna y correr al presidente de la discusión electoral.
Si se pensaba semanas atrás que la clave electoral para el primer mandatario pasaba por el control del dólar, la pésima administración de las expectativas en torno a los anuncios de gobierno el pasado miércoles terminaron por colocar a la inflación como el verdadero motor de la campaña electoral.
La escalada inflacionaria y las últimas encuestas modificaron el statu quo imperante. Ya nadie asegura que en un eventual balotaje Macri se impondría sobre Cristina, y es más, la inclinación en favor de la ex presidenta en los últimos estudios activaron el plan B del círculo rojo que hace tiempo se llama Roberto Lavagna.
La estrategia electoral de Cambiemos siempre fue la misma, polarizar con Cristina y forzar su candidatura trayendo el escenario del balotaje a las primarias del mes de agosto para devaluar a la tercera vía y permitir la transferencia de votos de cara a octubre y noviembre.
No obstante, el escenario de reelección entró en un terreno de incertidumbre y la duda de los mercados -confirmadas por la escalada del riesgo país- sacude la frágil economía y moviliza al sistema político al compás de la erosión presidencial.
El silencio de CFK aturde a la Casa Rosada que necesita de la ex presidenta para darle entidad a las expectativas electorales de Mauricio que otra vez vuelve a ser desafiado por el rumor cada vez más lejano de María Eugenia Vidal.
En los próximos 30 días Cambiemos deberá procesar otras 3 palizas electorales. En orden cronológico, la primaria de Santa Fe y las generales de Córdoba y La Pampa que vendrán a sumar en su totalidad 8 derrotas provinciales.
Alejado de cualquier tipo de entendimiento con el kirchnerismo, Roberto Lavagna estrenará su búnker de campaña y empezará a hacer circular sus primeros spot de campaña a la espera de un entendimiento con Juan Schiaretti que, desde la provincia de Córdoba, aparece como el gran decisor del peronismo disociado del Instituto Patria
A dos meses de la presentación de listas, uno de los dos grandes polos de la grieta presenta signos de desgastes ostensibles, y es válido entonces indagar si el deterioro constante de Cambiemos podría terminar reconfigurando el sistema político habilitando una puja electoral entre el kirchnerismo y el peronismo, entre Cristina Fernández y Roberto Lavagna.
Un escenario que meses atrás era impensado pero que en las próximas semanas tomará temperatura al calor de la erosión en la opinión pública de Mauricio Macri. En última instancia, para los factores de poder el ex jefe de gobierno porteño siempre fue un instrumento para tabicar el regreso de CFK, y con este objetivo de fondo, quizás Lavagna termine siendo el insumo que requiera la hora.