Por Hernán Alcántara @HDA1983
No fue un sábado más este 18 de mayo. La mañana sabatina descolocó a propios y extraños, dentro del ámbito político, mediático y social, cuando la ex mandataria, Cristina Fernández de Kirchner, anunciaba mediante un video a través de sus redes sociales, que participaría de los próximos comicios como precandidata a vicepresidenta de la Nación en una fórmula que estará encabezada por Alberto Fernández.
Sin dudas, una noticia que aún continúa sacudiendo el avispero político y electoral, a pocos días para el cierre de alianzas y precandidaturas. Y también constituye un “baño de humildad” y gesto de grandeza que tanto se le pedía y, a la vez, cuestionaba a CFK. A las pocas horas de conocida la decisión, referentes de la política nacional como Agustín Rossi y Felipe Solá, declinaron sus respectivas precandidaturas a presidente.
¿Y ahora con quién se peleará Macri?. ¿En qué lugar quedará posicionada la tan mentada “grieta” al correrse del escenario principal la ex presidenta?. El Gobierno quedó absorto ante esta jugada sorpresiva, que incluye un candidato más negociable (y moderado) y se espera que analice un cambio de estrategia electoral o quizá de nombres, de aquí al cierre de los plazos estipulados por ley.
Porque, y teniendo muy en cuenta esto último, el kirchnerismo ahora saldrá a la cancha con una fórmula integrada por un hombre más «moderado» y articulador del peronismo como Alberto Fernández y Cristina de vice, que seguramente traccionará todo el voto del núcleo duro K. Jugada de ajedrez o netamente “gallardistica” para los amantes del fútbol.
Desde el punto de vista estrictamente mediático, por supuesto cuando apenas se anunció la fórmula Fernández-Fernández, muchos periodistas afines o aliados al actual oficialismo nacional, salieron con saña a “pegarle” al actual precandidato a presidente del kirchnerismo. Era de esperarse, porque este Gobierno, desde su asunción, siempre ha gozado de un obsceno y nunca visto blindaje mediático, por lo menos, en épocas de democracia. Y ahora, la apuntada no solamente será Cristina.
Luego del anuncio, mediante saludos y felicitaciones en distintas redes sociales, se fueron acercando varios Gobernadores y dirigentes peronistas que hasta hace algún tiempo, quizá estaban algo distanciados, sobre todo, de la figura de Cristina Kirchner y su entorno más próximo. Esto conforma una nueva pésima noticia para el oficialismo y sus «aliados» mediáticos que ya comenzaron a hacer malabares para no perder en primera vuelta.
Aún faltan varias definiciones más de cara al cierre de precandidaturas, como por ejemplo, quien será ungido como candidato a Gobernador por la provincia de Buenos Aires por el kirchnerismo y como finalmente jugará Sergio Massa y el espacio de Alternativa Federal en los comicios que ya se avecinan.
Movió la dama y con una apuesta magistral (también arriesgada), una vez más descolocó a todo el arco político y mediático del país. Sin embargo, dejar de lado los egos personales en pos de una unidad amplia del campo opositor, demuestra la grandeza. Porque el verdadero y único límite, es Mauricio Macri y sus políticas de ajuste que vinieron a hambrear al pueblo y perjudicar a los trabajadores y la clase media en general.