No hay tiempo para perder piensa Alberto Fernández. Con una situación económica y social de crisis, el presidente electo cierra los proyectos de ley que enviará al congreso el mismo 10 de diciembre cuando entre en funciones.
Massa trabaja en los acuerdos con la oposición y ya inició los diálogos con Cristian Ritondo y Mario Negri. Más allá de que el Frente de Todos junto a los partidos provinciales podría tener la mitad más uno de la cámara, buscará dar una primera imagen de consenso y diálogo con Juntos por el Cambio.
El paraguas de fondo es la creación del Consejo Económico Social donde se buscará sentar las bases de una política económico que se mueva sobre el carril de un acuerdo de precios y salarios entre los sindicatos y empresarios.
Poner plata en el bolsillo de la gente para redinamizar el mercado interno y encender la economía. En este sentido, se piensa en la posibilidad de aumentar los salarios más atrasados respecto a la inflación y un incremento en el haber de los jubilados.
El paquete de medidas que enviará el presidente el 10 de diciembre al Congreso hará de las sesiones extraordinarias el marco del país real que recibe el presidente electo. Una crisis económica-social que tendrá al futuro ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, trabajando fuertemente sobre la emergencia social.
Poco margen de la oposición para restar respaldo a un primer mandatario que asume con el 50% de los votos. Alberto Fernández será crudo con el diagnóstico del país que recibe. Ahora si, la trágica herencia que durante 4 años balbuceó Mauricio Macri.
