Los festejos por la elección de Javier Milei en la Ciudad de Buenos Aires estuvieron a pocos segundos de convertirse en un desastre. Un empleado de seguridad del acto organizado en el Luna Park, se llevó la mano a la cintura para sacar un arma frente al público y cambió de opinión a último momento.
Más de 5 mil personas llegaron al Luna Park para saludar y festejar con su líder, en un clima más parecido a una rave que a un acto político. Según relataron las crónicas periodísticas en el estadio y a pesar de la veda electoral, estaba habilitado el consumo de alcohol.
Cuando faltaban pocos instantes para que Javier Milei llegara, un hombre se seguridad entró corriendo al escenario, miró hacia el público que estaba en el campo y se llevó la mano hacia la cintura en busca de una pistola. Durante unos segundos eterno el clima se congeló y pareció que los festejos iban a derivar en un caos desbordado al estilo de «Pánico y Locura en Las Vegas» de Hunter S. Thompson.
Quien hablaba desde el estrado en ese momento era la negacionista Victoria Villaruel, segunda en la boleta de diputados por la ciudad de Buenos Aires. Al parecer el quinto candidato de la lista, Gustavo Durini, intentó subirse al escenario.
El abogado habría estado alcoholizado, pero lo curioso es que Durini es uno de los tres miembros del tribunal de disciplina del Partido Libertario.
Luego de ser amenazado con el arma, Durini se tranquilizó y el custodio se sacó la mano de la cintura. Después de un intercambio llegó otra persona al escenario que calmó la situación y un segundo hombre de traje que se llevó al seguridad.