La inflación en abril tocó el pico máximo del año, con una suba de 2,6 por ciento mensual, impulsada por los aumentos en las tarifas del gas natural, de la educación y de la indumentaria.
El principal indicador inflacionario del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el Índice de Precios al Consumidor (IPC), mide los precios minoristas en la Ciudad de Buenos Aires y en el conurbano bonaerense.
Este índice acumuló en el primer cuatrimestre un aumento de 9,1 por ciento y mostró un salto interanual de 27,5 por ciento.
Este es el duodécimo informe del IPC luego de que el gobierno de Mauricio Macri reestructurara el organismo y varios de sus indicadores, altamente cuestionados durante el gobierno de Cristina Fernández por la intervención política en el relevamiento y el procesamiento de los datos.
Por esta razón, el indicador correspondiente a abril es el primero que incluye una comparación interanual.
Este fue el salto más importante del año y de los últimos 10 meses, ya que fue en junio pasado cuando se registró una suba mensual mayor, de 3,1 por ciento.
En abril se dieron aumentos propios del momento del año. La indumentaria elevó sus precios 5,1 por ciento mensual; la vivienda y los servicios básicos (que incluye la variación de los precios del gas natural), 4,6 por ciento, y la educación, 3,2 por ciento.
En alimentos, hay productos como los lácteos que subieron cinco por ciento mensual.
Más allá de las situaciones estacionales, hay que tener en cuenta que la inflación núcleo, que excluye a estos factores y que es usada por el Banco Central para su política monetaria, también fue la más alta del año y de los 10 meses pasados, con 2,3 por ciento, cuando meses atrás osciló entre 1,3 por ciento y 1,8 por ciento.
