La candidatura de Alberto Fernández revitalizó la política porteña, y es que en el pankirchnerismo se entusiasman con disputar un reñido balotaje con Rodríguez Larreta. Eso si, advierten que necesitan de un candidato que pueda expresar a un electorado amplio que exceda al kirchnerismo y que tenga la capacidad de dialogar con una parte del progresismo que ha sido refractario de la ex presidenta.
«Recalde no quiere ser y Donda no mide», la síntesis de un operador que arma para Alberto Fernández en el distrito histórico del ex jefe de gabinete.
Con esta foto inicial y con la necesidad de la fórmula Fernández-Fernández de consolidar 30 puntos en la Ciudad de Buenos Aires, es que aparece el requisito de sumar un candidato a jefe de gobierno que amplie el electorado más allá del 24% histórico del kirchnerismo en la Capital.
En este orden de cosas, es que Alberto Fernández recibió el pasado lunes a Matías Lammens en su departamento de Puerto Madero. El encuentro dejó la voluntad de trabajar en conjunto por la conformación de un frente electoral amplio que plante una alternativa competitiva al hegemonismo PRO en la Ciudad.
Si el encuentro en Ferro el pasado sábado organizado por el NEP de Juan Manuel Olmos acercó a Alberto Fernández a la rosca porteña, la reunión con Lammens dejó en claro que la lapicera y el trazo fino de la lista en la ciudad le corresponderá al candidato a la presidencia.
Desde el entorno de Lammens aseguran que fue una reunión auspiciosa donde compartieron una visión común de los desafíos de la ciudad.
El presidente de San Lorenzo empezará a dar señales más concretas y tiene en agenda importantes reuniones que marcarán el pulso de su candidatura.