El ex jefe de Inteligencia del Ejército Rufino Batalla, culpable de una serie de delitos de lesa humanidad fue beneficiado por la Corte al pronunciarse sobre la aplicación del 2×1 para los genocidas de la última dictadura cívico-militar.
Los encargados de otorgar la liberación al asesino de Laura Carlotto, hija de la fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, fue el Tribunal Oral Federal (TOF) 1 de La Plata, el mismo día en que la Corte dio a conocer el calendario de casos resonantes que tratará antes de que finalice el 2018.
Como si fuera poco, el TOF le computó cuatro meses más por estímulo educativo y llegó a los dos tercios de la pena que le permitió a este ex integrante del Destacamento de Inteligencia 101 salir de la cárcel.
El genocida estaba condenado a 13 años de prisión por 55 casos de secuestros, 71 de torturas y por la participación en los homicidios de Laura Carlotto y de Olga Noemí Casado, pero pidió que se le aplique la ley del 2 X1, luego que en 2017, un voto mayoritario de la Corte a favor de este principio.
Batalla fue condenado el 24 de octubre de 2014, luego de estar unos meses prófugo, había sido detenido el 14 de julio de 2010, situación en la que permaneció hasta ayer. Así, el represor estuvo detenido ocho años y cinco meses.
Por su parte, desde Abuelas de Plaza de Mayo recurrió el fallo y pidió que le cambiaran la calificación legal a Batalla de partícipe secundario a coautor, y que se lo condenara a perpetua. La Cámara Federal de Casación todavía demora esa resolución. De haberse pronunciado en sintonía con el pedido del organismo, Batalla no podría estar accediendo a la excarcelación porque no habría cumplido con los dos tercios de la pena.
El año pasado, Abuelas opinó que no debía aplicarse el 2×1 para delitos de lesa humanidad, después de una consulta que el máximo tribunal giró a quienes eran parte en casos en los cuales había solicitudes de este tipo. Uno de esos casos era el de Batalla.