Bolivia cierra la ecuación

Por Leandro Pozzetti (*) para Nuestra Patria Grande. El Mercosur se amplia mediante la admisión del Estado Plurinacional de Bolivia como Miembro Pleno.

RIO GRANDE , SANTA CRUZ-BOLIVIA- MAYO 10: El presidente del Estado plurinacional de Bolivia, Evo Morales y el Vicepresidente Álvaro García Linera, iniciando de ésta forma la Industrialización de los hidrocarburos, inauguran la Planta de Separación de líquidos de Río Grande, ubicada a 70 kilómetros de Santa Cruz, el 10 de mayo del 2013. Foto: José Luis Quintana/YPFB Corporación.

La profundización de los lazos entre los diferentes Estados Latinoamericanos, explicitado en el proceso de integración llevado a cabo a través de la ampliación que está teniendo parte en el Mercosur, es una tarea impostergable.

Tanto desde el punto de vista comercial, como así también desde la dimensión geopolítica, el estrechamiento entre las relaciones de nuestras patrias hermanas es vital para poder configurar un bloque regional solido que pueda negociar desde una posición fortalecida con los Estados Unidos y las economías agrupadas en el Mercado Común Europeo.

En el marco de enfrentar los desafíos arriba mencionados, el Mercosur ha establecido, desde la década anterior, una serie de acuerdos de complementación económica y libre comercio con economías alternativas como Palestina, Cuba, Egipto e India. A este escenario se sumó la trascendental incorporación de la República Bolivariana de Venezuela como Miembro Pleno del bloque a finales de 2012, demostrando así la sintonía de los gobiernos de la región en el camino de profundizar el proceso de integración.

En esta perspectiva, se han producido avances en otro aspecto importante en el propósito del estrechamiento de los lazos entre nuestros estados: la intención de incorporar al Estado Plurinacional de Bolivia como Miembro Pleno, abandonando su situación actual de país asociado. Este proceso comenzó en 2012 cuando el presidente Evo Morales firmó un protocolo reorientado la estrategia hacia la admisión definitiva de Bolivia como Estado permanente del Mercosur. Sin embargo, la incorporación se demoró debido a la situación de Paraguay donde el “golpe de Estado institucional” (nueva modalidad de intervención de las potencias extrarregionales en el subcontinente. Cfr. Honduras 2009) llevado a cabo por los grupos de poder -quizás no los más concentrados del Cono Sur, pero si los más arcaicos-, destituyo al legítimo presidente Fernando Lugo. Este hecho provocó la inmediata suspensión temporaria del Estado guaraní en el bloque. Restablecido el ingreso de Paraguay, tras la normalización institucional el país, el elector Presidente “colorado” Horacio Cártes negó su aval en primera instancia alegando la falta de un protocolo reconociendo a su país como Miembro Pleno, tras el interregno fuera del bloque. Solucionada esta coyuntura, y luego de acordar el protocolo que plantee esta situación, la incorporación se materializará en junio próximo y la misma conlleva un nuevo e importante avance para el desarrollo económico de Suramérica.

En efecto, por un lado sirve para aumentar el poder de negociación del bloque y por el otro, desde el punto de vista energético, se trata de una Nación potencia global en provisión y exportación de gas. No debe soslayarse en este sentido que estos procesos de integración permiten el fortalecimiento de la soberanía sobre los recursos naturales y su explotación en un contexto mundial caracterizado por la urgencia que los derivados de estos recursos representan en un contexto de economía mundial capitalista en plena crisis y en un orden mundial que comienza a caracterizarse por una cada vez más acentuada multipolaridad. Por otra parte, Bolivia podría consolidar definitivamente su salida hacia el Océano Atlántico -sin perjuicio de la inminente resolución de la Corte Penal Internacional de La Haya a propósito del diferendo mantenido con Chile respecto de su salida al mar-, mediante la hidrovia de los ríos Paraguay-Paraná, lo que permitiría el acceso de los productos bolivianos a los mercados transatlánticos.

Esta nueva ampliación del Mercosur produce un nuevo progreso en la unión de nuestros pueblos hermanos para que la unidad comercial, social, cultural y geopolítica de Nuestra Patria Grande sea cada vez más estrecha y nos permita enfrentar con autonomía y fortaleza los desafíos de este turbulento nuevo orden global.

(*) Politólogo UBA.

Fuente: Nuestra Patria Grande
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