A un año de la derrota del Frente para la Victoria en las elecciones presidenciales, las heridas no terminan de cicatrizar y la interna parece no tener fin.
El último escándalo se dio en la última sesión de la Cámara de Diputados, cuando Mayra Mendoza propuso en el recinto de la Cámara Baja la incorporación a la ley de debate obligatorio de un artículo que obligue además a los candidatos a firmar una especie de «compromiso ciudadano» con el fin de «evitar que algunos diputados especuladores traicionen la plataforma que los llevó a estar sentados en estas bancas y, por ende, traicionen a sus votantes que de buena fe los eligieron».
«Un ejemplo concreto de eso es Diego Bossio. Diego es un ejemplo del que llegó por electores que confiaron en él y hoy traiciona a sus votantes», añadió Mendoza.
Por su parte, el referente del Bloque Justicialista, quien siempre se mostró con pocas pulgas para responderle a los miembros de la agrupación cristinista, salió al cruce. «Voy a decir la autocrítica que tengo que hacer y voy a plantear para qué el peronismo quiere gobernar la Argentina en 2019, con franqueza, con verdad, no con hipocresía ni con la peor metodología de la política argentina, que la representa La Cámpora y sus máximas expresiones», sentenció.
Y agregó: «Aquellos que fueron los verdaderos responsables y padres de la derrota que no se animan a hacer autocrítica, que no tienen la suficiente responsabilidad de decir las cosas como son, son los que vienen a plantearnos un manto de autoridad moral».
«Hipócritas son aquellos a los que les tuvieron que decir 15 días antes de las elecciones que salgan a militar porque lo único que hacían era ponerle palos a quien era el candidato del Partido Justicialista», afirmó el ex líder de la Anses.
«Hipócritas son aquellos que no reconocían los problemas de la Argentina, son aquellos que decían que en la Argentina había un 4% de pobreza cuando sabíamos que el 30% de los argentinos no tenía trabajo (…) Ustedes son los que efectivamente hicieron perder al peronismo y se tienen que hacer cargo de esta derrota» cerró Bossio, quien a esta altura ya se puede decir que mantiene una fuerte enemistad con los camporistas.