Desde una fanpage de Facebook, contestan la carta con la que la ministra de Educación porteña convocó a dialogar a los referentes de centros de estudiantes de las instituciones en cuestión. Le reclaman que mañana “abra un debate efectivo sobre la educación que nos merecemos”.
En la noche del lunes, la ministra de Educación porteña Soledad Acuña convocó a dialogar a los referentes de los centros de estudiantes sobre la Secundaria del Futuro, que debería implementarse en el próximo ciclo lectivo. La convocatoria se dio luego de más de veinte días de protesta en más de treinta establecimientos, y pese a que la funcionaria había condicionado cualquier tipo de diálogo al previo levantamiento de la medida de fuerza.
La reunión será en la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, en la avenida Belgrano 673. Vale recordar que el defensor del Pueblo, Alejandro Amor, pidió suspender la medida para lograr un acercamiento. Lo controvertido de la reforma, por la que se moviliza el estudiantado, se focaliza en las prácticas educativas fuera del aula, más precisamente las pasantías.
Frente a ello, Acuña sostiene en la carta que la escuela debe adaptarse. Pese a abandonar la intransigencia en su postura, agregó que “cada día que un alumno no puede tener clases es un día de futuro que se pierde, por eso apelamos al compañerismo, a la tolerancia y a la buena predisposición de todos para que en el marco del diálogo puedan despejar todas sus dudas”.
En este contexto, se conoció la respuesta de un grupo de padres que, mediante la fanpage de Facebook “Secundaria del Futuro incierto”, cuestionan dicha reforma, compartiendo documentación y material vario sobre el tema.
“Es evidente que el camino para la resolución del diferendo en curso consiste en darles el lugar que estos jóvenes se merecen y no contribuir a su estigmatización”, comienza considerando la respuesta. Este grupo de padres considera que el diálogo propuesto por la ministra Acuña es, al momento, ficticio. “Si la Comunidad Educativa protesta es precisamente porque considera que el diálogo implementado por el Ministerio hasta el momento, no pasa de ser un simulacro”, sostiene.
La crítica continúa cruzando el cuestionamiento al derecho de protesta. “Los derechos no son una dádiva de los gobiernos sino un bien común conquistado por ciudadanos activos y reflexivos. El derecho a la educación no se reduce a asistir pasivamente a las aulas, como consumidores, sino que requiere el compromiso de participar en la orientación de la enseñanza”, dicen. Denuncian además maniobras de división de la comunidad educativa.
Al pedido de adaptar la escuela, los padres contestan con un pedido de sinceramiento de la reforma. “En cada uno de estos avances se corrobora lo que usted trasmite en su carta a los estudiantes: la intención de subordinar el proceso educativo a las tendencias que imperan en el mercado y los medios de comunicación empresariales”, contestan.
La carta de los padres finaliza reclamándole a Acuña que mañana “abra un debate efectivo sobre la educación que nos merecemos. No un seudo-diálogo donde las autoridades hacen que escuchan, para luego imponer sus criterios”.
