Lo novedoso que trae el peronismo a la comunidad política es la radical inclusión de un sector de la ciudadanía, nunca antes interpelado, que empieza a considerarse partícipe legítimo de la discusión sobre los alcances y límites de lo público.
Esa politización plebeya, muchas veces alejada de los cánones aceptados por las «formas» liberales (se podía ejercer ciudadanía reclamando la atención del Estado -encarnado en Perón y evita- y a la vez desconocer absolutamente la división de poderes…) es una poderosa marca de identidad que tracendió el devenir del movimiento nacional.
Las clases dominantes pudieron derrotar al peronismo en distintos momentos de nuestra historia, pero no lograron evitar que deje de ser la superficie de inscripción de esa irrupción política popular.
Lo novedoso de Cambiemos es que más allá de haber doblegado electoralmente al peronismo, entiende que su victoria más profunda se dará con la resignificación de la subjetividad de los más humildes. Y allí concentra una buena parte de su energía y capacidad.
Los movimiento nacionales no son eternos. Sólo viven si son capaces de expresar en sus contornos la dinámica política de la identificación y representación de lo popular. Esa es su savia y su fuerza. Eso es lo que vivificó Nestor Kirchner cuando todo parecía seco y yermo.
Necesitamos una dirigencia y una conducción capaces de traducir La Novedad profunda que hay en un pueblo distinto al de aquel del peronismo primigenio.
Pensar que lo nuevo es «la comunicación» o el «marketing político» es episódico y superficial. Lo nuevo radica en la interpelación de la serie de demandas que hoy constituyen el corazón de la subjetividad popular.
Sólo el reconocimiento de esas demandas como parte del litigio por la definición de lo público es capaz de crear sujeto.
Discutamos candidatos, los contornos de la unidad, hegemonías organizacionales, herramientas electorales. Pero todo esto, siendo trascendente, es bailar en la cubierta del titanic si no somos capaces de iluminar politicamente «la novedad» de los sueños y anhelos de nuestro pueblo.