En uno de sus últimos discursos como gobernador, Daniel Scioli se despidió de sus funcionarios. “La militancia, la entrega y el compromiso de ustedes nos permitió en las tres elecciones ganar la categoría a presidente en la provincia de Buenos Aires. Esto muestra un reconocimiento de la familia de la Provincia a los avances que hemos tenido estos años”, resaltó el Gobernador en su discurso ante un SUM repleto de funcionarios y acompañado en el escenario por todo el gabinete y el vicegobernador Gabriel Mariotto.
“Vamos a seguir buscando dar un servicio al país, no necesariamente uno tiene que estar en un cargo para contribuir a la Argentina”, dijo Scioli, quien consideraٖ “muy importante que nos mantengamos unidos, con este espíritu constructivo de colaboración”.
Reconoció que el pueblo “eligió una alternancia”, y solicitó a los funcionarios “actuar con mucha humildad y grandeza”, en los días que quedan antes de entregar el mando.
“Este agradecimiento que les transmito quiero que lo multipliquen”, dijo Scioli digiriéndose a los militantes y les recomendó que para ello utilicen las redes sociales.
El mandatario agradeció a Mariotto, “porque no solamente ha sido un gran vicegobernador. Como toda relación humana y política, al principio puede tener sus tiempo de dificultades, me pasó a mi también con Néstor, pasa en la vida y en la familia. Cuando hay calidad humana y hay buenas intenciones todo se encamina, porque el tiempo es un gran ordenador. Terminamos una gestión y me queda un compañerazo y un amigo para siempre”, sostuvo.
En otra parte de su alocución Scioli destacó que han sido 8 años y nos pasó de todo, pero salimos con una entereza y un reconocimiento social y político a nuestra tarea que es el principal capital político que podemos tener. Nunca aflojamos y no tiramos todo por la borda”.
“Se van a cumplir el 4 de diciembre 29 años de mi accidente en el río; me acuerdo en esa situación de confusión y dolor cuando había perdido el brazo y me querían llevar a mí y yo dije ‘dónde está mi copiloto Luka Nicolini’. En ese momento Luka tenía un sentimiento de culpa muy grande porque llevaba el acelerador y yo manejaba, y tenía que haber desacelerado. Entonces me miraba con cara de culpa y me decía ‘qué te hice’ y le dije, ‘no te preocupes, vamos a volver y vamos a ser campeones del mundo’. Vamos a volver y vamos a ser campeones del mundo”, dijo sobre el final, ante el cerrado y prolongado aplauso de los presentes.
Por último, señaló: “Mi oficina es la calle pero formalmente va a ser en la fundación DAR, donde todos son parte. Yo los necesito más que nunca”.
