El ex presidente Fernando de la Rúa afirmó que su caída hace quince años fue “un golpe del peronismo” encabezado por el bonaerense Eduardo Duhalde que, luego de haber ganado las elecciones legislativas de 2001, de mitad de mandato, “quería apropiarse del poder”.
“Lo digo sin rencores, para que tomemos lección de la experiencia”, dijo De la Rúa a Infobae, quien acusó de esa presunta conspiración también a los sindicatos y a los grupos empresariales “de la Unión Industrial Argentina, que estaban todos detrás de dejar de un día para otro la Convertibilidad, de devaluar”.
“Yo se lo dije incluso a (Hugo) Moyano, se lo expliqué a (Paolo) Rocca, de Techint. Lo hicieron a ese cambio abrupto con Duhalde y se produjo un quiebre profundo, el más grande del que se tenga memoria. Eso fue en 2002 cuando devaluaron y cayó el salario el 40 por ciento, la pobreza aumentó al 54 por ciento y hubo un desorden generalizado”, agregó.
Con relación al radicalismo, que era liderado por el ex presidente Raúl Alfonsín, De la Rúa sostuvo que “no tenía apoyo del partido”.
“Yo tomo la decisión de mi renunciamiento el 20 de diciembre cuando me llama el senador (Carlos) Maestro y me dice que ellos no ven otra solución que la renuncia. Maestro estaba en la casa de Alfonsín. Frente a eso, resistir era una obcecación”, afirmó.
Sin embargo, radical de toda una vida, De la Rúa fue muy cuidadoso al mencionar a Alfonsín durante la entrevista realizada en los estudios de InfobaeTV.
El protagonismo de Alfonsín en la caída de De la Rúa es, por otro lado, un tema tabú en el radicalismo.
“Nos faltó madurez, pero eso dejó una gran lección cuando, por ejemplo el Papa decía: ‘Hay que cuidar a Cristina (Kirchner)’. Aquellos días, la Iglesia no lo decía así”, señaló.
