El movimiento promotor del cambio, «Un millón de manos», considera que la seguridad nacional y personal de los ciudadanos solo es posible con la creación de un Estado palestino.
[vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_facebook type=»standard»][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/1″][vc_column_text]
A pesar de ser un evento sin vinculación a ninguna fuerza política, entre los asistentes se repitió el nombre de Isaac Herzog, líder de la coalición que aglutina el centro-izquierda.
Decenas de miles de personas se han manifestado este sábado en Tel Aviv bajo el lema «Israel quiere un cambio», para mostrar su rechazo al primer ministro, Benjamín Netanyahu, y a las políticas que ha aplicado en sus seis años de mandato.
En un ambiente relajado y con carácter festivo, más de 30.000 israelíes de todas las edades y sin rastro de representación religiosa confluían en la plaza de Isaac Rabin de Tel Aviv para mostrar su descontento con las políticas internas y externas del líder que ha gobernado el país durante los últimos 6 años y que el 17 de marzo afronta el que podría ser su tercer mandato consecutivo.
Al ritmo de la música de Queen y su archiconocido «I wanna it all and I wanna it now» daba comienzo un evento «testimonio del sentimiento del público hacia el actual Ejecutivo que gobierna Israel y siente la urgencia de generar un cambio», explicaba el movimiento «Un Millón de Manos», promotores de la campaña por el cambio.
El grupo, que afirma no tener compromisos políticos con ningún partido, nace de la firme creencia de que la seguridad nacional y personal de los ciudadanos israelíes solo tiene lugar en el marco de la creación de un Estado palestino y la reducción del coste de vida en el país. Así lo expresaba a Efe Iris Gedot, de 51 años y residente de la ciudad, que llevaba sobre su camiseta una pegatina con el lema «Suficiente Bibi (apelativo para Netanyahu), suficiente».
«Necesitamos un liderazgo responsable. En Israel hay gente en situación económica complicada que buscan un líder en las próximas elecciones», asegura esta madre de familia que afirma no afrontar algunos de los problemas sociales que aquejan a muchos israelíes, como la dificultad de acceder a un trabajo, vivienda o servicios médicos, pero se muestra preocupada «por el futuro» de sus hijos. Netanyahu «ha estado seis años en el poder y sólo habla mientras la crisis económica se dispara, no se soluciona el tema palestino y muchos no pueden mantenerse por ellos mismos. No es normal».
«Si tuviera que enumerar los principales retos a superar por el próximo gobierno en orden de importancia, la paz con los palestinos encabeza la lista, seguida por el presupuesto económico que está marcado por las políticas y los temas sociales», razonaba Ilan Cohen, de 58 años, tras desplazarse 50 kilómetros para participar en el evento.
«Simplemente lo que buscamos es reemplazarle. Y la alternativa más factible es el líder del laborismo, Isaac Herzog. Quizá no lo demuestre, pero creo que tiene un gran potencial para gobernar», concluía ante de perderse entre el gentío que escuchaba con atención el discurso de la organización.
En él, la palabra «democracia» resonó en numerosas ocasiones así como la petición hecha a Netanyahu de irse «a casa» y abandonar el poder después de haber estado «luchando y luchando» sin ofrecer ninguna solución a los israelíes sobre los problemas que les acucian.
Y a pesar de ser un evento sin vinculación a ninguna fuerza política, se repitió como alternativa entre los asistentes el nombre de Isaac Herzog, líder de la coalición ‘Campo Zionista’ aglutinadora del centro-izquierda israelí que supone el mayor reto para Netanyahu al empatar en intención de voto con su grupo, el derechista ‘Likud’.
Sin embargo, apuntaba Esther Levy, de 82 años, «el deseo de un cambio es mayor que cualquier tendencia política. Entre los participantes puedes ver a líderes del Mossad (el antiguo jefe de la inteligencia externa israelí, Meir Dagan, fue una de las cabezas visibles de la protesta) que no beben de esta tendencia pero quieren lo mismo. Esto va más allá de posturas políticas».
«Netanyahu siempre trata de asustarnos. Nos introduce en conflictos bajo el pretexto de que necesitamos defendernos, nos mete miedo. Pero nosotros no estamos asustados», asegura con firmeza.
A escasas jornadas de los comicios adelantados a causa de las divergencias internas del Gobierno de coalición liderado por el «halcón», el electorado se debate ante una agenda política que en ocasiones, critican muchas voces, no aborda los verdaderos problemas de Israel.
Fuente: eldiario.es
[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]