Tras participar del Congreso Eucarístico, Mauricio Macri compartió una multitudinaria misa con el enviado papal, el cardenal Giovanni Battista Re, con su gabinete, y con el gobernador tucumano Juan Manzur.
Allí el presidente sostuvo que «hay que terminar con la corrupción», tal como pidieron los religiosos en su encuentro, haciendo una invocación a «nuestro Señor Jesucristo para cuidar la naturaleza de nuestra casa común y para convivir en paz con todos los pueblos de la tierra».
«Todo te lo pedimos confiando en la intercesión de la Virgen tan amada por nuestro pueblo y que nos acompaña desde siempre en Tucumán”, señaló, para terminar exclamando: «Viva la patria, viva el amor».
