Mientras negocia plazos de repago con el ministro de Economía, Martín Guzmán, el Fondo Monetario Internacional (FMI) intenta mostrar su presunto costado de cambio respecto de su pasado al confirmar que revisa con profunda «autocrítica» el programa de crédito Stand By por USD 57.000 millones que le otorgó al gobierno de Mauricio Macri en 2018, con el objetivo de «sacar lecciones» y que no se vuelva a repetir ni con Argentina ni con nadie «en el futuro».
Si bien la incertidumbre no se le niega a nadie, es una incógnita por qué no sólo busca que Argentina pague la deuda sino que lo haga lo más rápido a la vez que investiga si el préstamo que el país debería devolver es ilegítimo o tal incluso ilegal.
Lo cierto es que Gerry Rice, portavoz principal del FMI, dijo que el personal técnico del organismo multilateral continúa trabajando en una evaluación del programa firmado en 2018 con el objetivo de «sacar lecciones, de modo que podamos incorporarlas y trabajar aún mejor para servir a nuestros miembros en el futuro».
El funcionario del Fondo dijo que la revisión del acuerdo con Macri no es solo para el programa con la Argentina, sino que se hace a todos los programas de acceso excepcional.
Mientras que eso ocurre, el Gobierno mantiene arduas negociaciones en busca reemplazar el programa firmado por el gobierno de Cambiemos y por el que actualmente le debe al FMI alrededor de USD 50.000 millones, ya que Macri no llegó a contar con todos los desembolsos previstos.
Desde México, esta semana el presidente Alberto Fernández se refirió a la renegociación de la deuda y fue durísimo con el organismo y con su antecesor: dijo que está «tratando de alcanzar una solución a un acuerdo que fue vergonzoso y dado para alcanzar el triunfo de Mauricio Macri en la reelección».
«Sé cómo ese crédito fue dado y cómo el poder de entonces dejó fugar miles de millones de dólares. Lo he visto, tenemos todo identificado y lo vamos a mostrar a los fiscales a ver si alguna vez se dignan a investigar a los poderosos», sostuvo el mandatario desde el país azteca.
Y agregó: «Cuando era candidato a Presidente y me visitó la delegación del Fondo, le pedí que paren de entregarle plata a la Argentina porque todo el dinero se fugaba en manos de los amigos del presidente de turno; lo he visto y le vamos a contar a los fiscales, a ver si alguna vez se dignan a investigar a los poderosos».
Por su parte, el FMI precisó que aún no está definida una fecha para su próxima visita a Argentina, ya que ambos discuten el esperado reemplazo de un programa de 2018, dijo el jueves un portavoz del FMI. «Aún no tenemos una fecha precisa para la próxima misión formal del FMI en esta etapa», dijo Rice, agregando que el ministro Guzmán y su equipo viajarán a Washington el mes próximo.
Según Ámbito, Guzmán tendrá su reunión con el FMI entre la segunda y tercera semana de marzo, donde se buscará profundizar en la posibilidad de un acuerdo más flexible para la Argentina.
El ministro señaló en una reciente entrevista con AM 750 que “poder tener un programa distinto (al EFF, en cuanto a sus plazos de repago) requeriría cambiar la estructura financiera internacional y eso requeriría el apoyo de los países más avanzados”.
En ese sentido, también buscará avanzar en conversaciones con Janet Yellen, la secretaria del Tesoro de los EEUU, u otros funcionarios de ese organismo en pos de un respaldo para el acuerdo. Luego, como adelantó Fernández al explicar el motivo de la vacunación de distintos integrantes de Economía, realizará una gira por otros países del G7.
Aunque no está confirmado el cronograma, BAE Negocios publicó que en principio Guzmán y su equipo regresarán a Buenos Aires y entre abril y mayo viajarán a Europa y a Asia. En el “Viejo Continente”, los destinos más probables por el momento son Alemania e Italia.