Obligado por la crisis política, Mauricio Macri invitó a los gobernadores peronistas a un almuerzo en la Casa Rosada. En un gesto que buscó dar tranquilidad a los argentinos, el presidente confirmó su debilidad institucional dada por el pésimo manejo de la cuestión económica.
Juan Manuel Schiaretti (Córdoba), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Juan Manzur (Tucumán), Sergio Uñac (San Juan) y Domingo Peppo (Chaco) se vieron cara a cara con el presidente quien fue acompañado por el ministro del interior Rogelio Frigerio y el jefe de gabiente, Marcos Peña.
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Redacción - prensa@abcenlinea.com.ar