Elecciones en Francia: Entre el terrorismo, el miedo y la revolución

Por Julián Goldin.

Otra vez una elección de final abierto y desconcertante. Otra vez, las especulaciones de los grandes medios y las consultoras-encuestadoras hasta horas antes de los comicios. Otra vez, candidatos no- tradicionales disputándose minuto a minuto el gran sillón presidencial, en medio de una fuerte crisis política, económica y social. La realidad internacional pareciera estar acostumbrándonos cada vez más a estos procesos.

El sistema político creado bajo la quinta república francesa, impulsada por el General Charles De Gaulle en 1958, gira en torno a un semi-presidencialismo. A diferencia del parlamentarismo al estilo inglés, el pueblo no elige al primer ministro (como en la mayoría de los países europeos), sino que directamente al presidente, quien se encarga luego de escogerlo. Si no hay una mayoría absoluta, no se le exige a los partidos la realización de coaliciones o alianzas; sino que, al igual que en nuestro país, se recurre a una segunda vuelta o ballotage entre los dos candidatos más representativos. De esta manera, en sistemas políticos como el francés, no hay una gran necesidad, ni una tendencia a recurrir a instancias de negociación entre partidos, ni de achicar grandes distancias ideológicas entre los mismos.

Una elección que bien podría darse en los términos de Continuidad Vs Quiebre, o incluso, de Quiebre Vs Quiebre

Sumando este factor político-histórico a una importante crisis económica y de los partidos políticos tradicionales (desempleo récord y el Partido Socialista que se retira del gobierno con un apoyo menor al 10%), tenemos hoy en Francia lo que el politólogo italiano Giovanni Sartori definiera como un “multipartidismo extremo y polarizado”. Con un espectro ideológico que va de la extrema derecha a la izquierda radical europea, cuatro candidatos de distintos partidos se encuentran prácticamente en un empate técnico, disputándose ferozmente la presidencia en Francia.

Y cómo si faltara algo que agregarle a este tenso capítulo político, en medio de la escritura de estos párrafos, la escena parisina vuelve a verse golpeada por el terrorismo. La historia parece conocida: Esta vez un policía resulta muerto en un tiroteo, que luego el Estado Islámico se adjudica y donde rápidamente alguno de los sospechosos aparece muerto o se entrega, como acaba de suceder hace pocas horas en Bélgica.

El terrorismo, el temor al mismo y la «islamofobia» son sin dudas factores que influyeron fuertemente en lo que algunos periodistas franceses han definido como «Malaise» o Malestar, fenómeno que ante los distintos atentados sucedidos y ante la crisis político- económica, entró en un espiral progresivo.

De esta manera, recapitulando: ¿Quiénes son los candidatos y qué posibilidades tiene cada uno? ¿Qué actitud tomaron respecto al atentado de este jueves en París y cómo los afectaría electoralmente? Vayamos de a uno:

-Marine Le Pen: Su padre, Jean-Marie Le Pen, fue el fundador del Frente Nacional, partido de la ultraderecha francesa que hoy la propone a Marine como principal candidata. Sorprendió con su gran perfomance en las elecciones de 2013 y luego en 2015, usufructuando justamente los primeros atentados de París (donde habían muerto más de 300 personas). ¿Cuáles son sus principales propuestas? Salida del Euro, control estricto de fronteras e incluso una “ciudadanía por puntos”, que permitiría expulsar a los inmigrantes de mal comportamiento. Su intención de voto la ubica hoy en un 23%, ingresando al ballotaje como primera fuerza, aunque la gran mayoría de los sondeos fueron hechos antes del último atentado en París, y se piensa que puede favorecerla electoralmente. Ante el último atentado, fue lógicamente la más agresiva a la hora de responder, argumentando que el el hecho ocurrió por la «laxitud del gobierno ante el crecimiento del islamismo extremista», pretendiendo usufructuar una vez más el efecto político de malestar que se genera después de cada uno de estos hechos.

¿Volverá a aparecer el “voto silencioso”, el mismo que empujó a Trump a la Casa Blanca?

-Emmanuel Macron: Hace un año era ministro de economía del actual presidente François Hollande. Su candidatura tomó vuelo luego del escándalo de corrupción que golpeara la imagen de François Fillon. Con tan solo 39 años, y frente a la implosión de los partidos tradicionales, es el gran favorito del estabilshment, peleando palmo a palmo con Le Pen. De los cuatro candidatos con posibilidades, es el más ferviente adherente a la Unión Europea.

– Jean-Luc Mélenchon: Para algunos el “Bernie Sanders francés». De histórica militancia en el Partido Socialista, y rechazando el giro a la derecha de la socialdemocracia francesa, lanzó su movimiento “Francia Insumisa”, que bien puede asociarse con el fenómeno político de Podemos en España y Syriza en Grecia. Sorprendió a ser el candidato que más ascendió en las encuestas de las últimas semanas, y hoy gira en torno al 20% (creció 8 puntos en tan sólo un mes). Sus propuestas implicarían para muchos un verdadero cambio revolucionario de ser llevadas a cabo. Sin embargo, el atentado reciente en Paris podría marcar un límite a su meteórico ascenso. En su condena expresó que “los actos terroristas no permanecerán nunca impunes” y pidió no interrumpir el proceso democrático. Sin embargo, por más condena que realice, difícilmente podrá contentar (desde su discurso de izquierda) al electorado indeciso y atemorizado. Al menos en Francia, eso nunca sucedió.

-François Fillon: Fue primer ministro del ex presidente Nicolás Sarkozy durante cinco años. Ganó las internas del partido de “Los Republicanos”, ex Unión por un Movimiento Popular, que ante la crisis política, debió cambiar su nombre. Sorprendió imponiéndose ante el mismísimo ex jefe de estado. Hasta hace no mucho tiempo era el favorito para estas elecciones, pero un escándalo mediático similar al que le sucediera a Dominique Strauss Kahn en los últimos comicios, lo hizo perder lugar en las consideraciones. Hoy está por debajo de los 20 puntos, pero expectante.

Terrorismo, miedo, crisis político- económica, quiebre de la Unión Europea, revolución. Todo está servido en la mesa de la política francesa.

El quinto actor sería de esta manera el gran electorado indeciso. Las consultoras y encuestadoras han llegado a hablar hasta de un tercio del total de los votantes. Habrá que ver cómo afectará el atentado de las últimas horas, y quien parece tener más posibilidades de aprovecharlo es la candidata Marine Le Pen. El mismo Donald Trump, que claramente puede ser tomado como referencia de un político no- tradicional, dijo horas después del atentado que el pueblo francés no tolerara más terrorismo, y que esto generará un “gran efecto” sobre las elecciones presidenciales. ¿Volverá a aparecer el “voto silencioso”, el mismo que empujó a Trump a la Casa Blanca?

En conclusión, no quedan dudas de que estas elecciones generan una enorme expectativa y marcan una fuerte dicotomía entre continuidad vs quiebre, de ser Macron y Le Pen quienes lleguen a la segunda vuelta. Incluso podríamos hablar de un quiebre vs quiebre, en caso de que los que lleguen a segunda vuelta sean Le Pen y Melenchon. Este es el escenario, sin dudas, más temido por la derecha liberal y los mercados europeos. Terrorismo, miedo, crisis político- económica, cierre de fronteras, quiebre de la Unión Europea, revolución. Todo está servido en la mesa de la política francesa.

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