La sesión del día de hoy arrancó con un picante cruce entre el oficialismo y los representantes del massismo más duro. Todo empezó cuando tomó la palabra la diputada Graciela Camaño y pidió que se incluyera en el temario de la sesión los proyectos del Frente Renovador para bajar los impuestos a los alimentos, uno de los ejes de la campaña de Sergio Massa y Margarita Stolbizer.
Ese pedido motivó la respuesta de la diputada del PRO, Silvia Lospennato, quien denunció: «Recibí hoy a la mañana un chat que anda dando vuelta por las redes, a los que uno generalmente no les da crédito. Pero la verdad que escuchando a la diputada Camaño uno por uno de los puntos de este supuesto chat que circuló en el bloque del Frente Renovador se cumplen. Este supuesto chat dice: ‘bajemos todos 11.15 para demostrar que en esta caso sin nosotros no se sesiona’. Decía también: ‘cómo hacemos ya que no vamos a ganar la votación, para quedarnos y lograr algo de rédito político de la sesión. Buenos entonces propongamos nuestros ejes de campaña, para que la Cámara hable de los ejes de campaña. Y uno por uno iban pasando lo que decía Camaño. O tenemos un adivino entre las gentes de Internet o realmente se ha filtrado un chat. (…) Vinimos a tratar la expulsión del diputado De Vido».
Mientras Lospenatto hablaba se multiplicaron los gritos contra sus apreciaciones. Incluso Camaño puso a disposición su teléfono celular para que se verifique que no existía tal chat y trató de «filibustera» a su par macrista.
Lospenatto admitió que no tenía la prueba de que ese chat fuese real, pero insistió: «Ojalá fuese falso, pero parece que es verdadero».
«Podemos tranquilizarnos un poco», propuso por su parte el jefe de bloque del Frente para la Victoria, Héctor Recalde. Redobló Sandra Mendoza quien disparó contra su colega del PRO, a la que acusó de desconocer el reglamento. «Venía gritarme acá», la desafió y remató: «No le respondo a burros».
La sesión siguió con otros fuertes cruces, confusiones sobre el reglamento y las votaciones, hasta que finalmente todo quedó en la nada para dar paso al debate sobre la expulsión de De Vido.