Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias arrojaron, en Malvinas Argentinas, un resultado ajustado: el jóven candidato del FpV Leonardo Nardini se impuso con el 40,16% de los sufragios malvinenses. Su competidor inmediato, quien es intendente desde la creación del distrito, se ubicó con el 39,34% de los votos.
Lejos de brindar una sentencia a favor de uno u otro, este resultado vaticina un final abierto, cuyo desenlace se conocerá bien entrada la madrugada del 26 de octubre. Sin embargo, el accionar de ambos candidatos, en especial el de Cariglino, permiten conjeturar lo siguiente: Nardini confirmaría en octubre su triunfo de agosto.
¿A que se debe esta afirmación? Basta cotejar los sucesos recientes. La semana pasada se repitió un suceso que ya es moneda corriente en el distrito: hechos de violencia que los miembros del FpV sufren a manos de gente de Cariglino, en esta ocasión en Los Polvorines. Según indican fuentes cercanas a Nardini, en lo que va del año llevan registradas más de 30 denunciadas por robo,amenazas y golpizas.
Es un secreto a voces que estas prácticas se inscriben en la estrategia de Cariglino para retener el distrito. El jefe comunal parece confiar demasiado en esta metodología. Por otro lado, le asigna un valor extra a su estrategia el hecho de acompañar a Sergio Massa (con quien fundó el Frente Renovador para luego irse con Macri, para luego volver), considerando que un repunte del tigrense le permitiría crecer en Malvinas. Muestra de ello es la inauguración de un paso bajo a nivel en el distrito que contó con la presencia de ambos.
Si son ciertas las encuestas que vaticinan una caída en los guarismos massistas, estaríamos viendo como Cariglino elige morir con las bots puestas. ¿Y Nardini? Aparece concentrado en presentar lo que el denomina su Plan de Obras y Crecimiento Planificado. Pudo vérselo en Pablo Nogués y Tierras Altas. Teniendo en claro su ventaja, el candidato kirchnerista se esfuerza más por esbozar su futura gestión (en caso de ser electo) que en seguir el ritmo que plantea el alcalde.
Así las cosas, si bien la descripción de los hechos no es garantía de ningún pronóstico certero (para eso están las urnas), puede asegurarse que por un lado Cariglino se encuentra a la defensiva, especulando como reduce costos y evita posibles fugas. Nardini, si bien