Un grupo de manifestantes realizó anoche una protesta frente a la Casa de Gobierno de Santa Cruz, lo que generó que la mandataria Alicia Kirchner quedara sin poder salir por varias horas. Recién pudo lograrlo en horas de la madrugada.
El reclamo lo encabezaron docentes, jubilados y empleados estatales y se había iniciado luego de que Kirchner diera una conferencia de prensa y revelara que se había «complicado la situación financiera» de esa provincia en medio de la dificultad de resolver los conflictos que mantiene con los trabajadores.
En la manifestación también había padres autoconvocados que exigen el comienzo de clases, suspendido por el paro docente, al tiempo que otro grupo de maestros mantenía la ocupación del Ministerio de Economía provincial en reclamo del pago total de salarios de febrero.
Asimismo, jubilados tomaron la sede de la Caja de Previsión Social para conocer la fecha de pago de sus haberes.
Unas 200 personas realizaron anoche un cacerolazo frente a la Casa de Gobierno santacruceña, por lo cual la mandataria provincial se tuvo que recluir en su despacho.
Según la agencia Noticias Argentinas, fuentes cercanas a la gobernadora revelaron que el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, llamó a Kirchner y le ofreció el despliegue de Gendarmería Nacional, pero la mandataria santacruceña le respondió que «no se necesitan botas, sino los fondos a los que se había comprometido» el funcionario nacional.
La jefa de Estado santacruceña finalmente pudio salir de la sede de la gobernación, tras algunas horas.
Durante la conferencia de prensa de la tarde, Alicia había pedido a los docentes, que mantienen un paro de 120 horas durante esta semana, «un gesto de buena voluntad» y les pidió seguir «dialogando con los chicos en el aula».
El gobierno santacruceño sólo mantiene paritarias abiertas con los maestros, a quienes les ofreció un incremento de tres por ciento, lo que significaría $ 512 de bolsillo.
Asimismo, la mandataria indicó que «el principal problema es afrontar el déficit para 2017, de $ 6.700 millones», aunque negó que vaya a echar gente, ya que sostuvo que tienen «que ser solidarios entre todos los sectores».
