El anunciado reemplazante de Mac Allister en la Secretaría de Deportes mostró la hilacha. Declaró que viene a realizar un ajuste en el presupuesto del área y puso en tela de juicio el apoyo del Estado a los deportistas olímpicos.
No hace una semana, se presentó en estas páginas a Diógenes de Urquiza, el futuro secretario de Deportes de la Nación que el propio Mauricio Macri eligió para reemplazar al colorado Carlos Mac Allister. Poco se sabía de su trayectoria en el mundo del deporte, más allá de su función como ex presidente de la Federación Argentina de Pádel y su cargo como coordinador gerencial del Enard. Poco dijo De Urquiza cuando se conoció la noticia, apenas se limitó a confirmarla. Era cuestión de esperar a que hablara para saber cuál era su visión sobre el cargo que a partir de noviembre deberá honrar. En una entrevista con el diario Olé, De Urquiza adelantó su fuerte convicción de recortar el presupuesto para el área y, consultado sobre los deportistas que reciben becas del Estado, replicó: “No puedo entender eso de ‘vamos a pedirle al Estado’. ‘Papá, dame plata’. No, andá a laburar, ya tenés 21 años”.
En esas declaraciones, al mismo tiempo trata a los deportistas como nenes caprichosos que le exigen dinero a sus padres sin motivo aparente, y niega a la práctica deportiva de élite como una actividad laboral válida que merezca una contraprestación económica.