La senadora electa Cristina Kirchner viajó el último domingo a Tucumán, donde encabezó un encuentro de mujeres peronistas y compartió una cena con el exgobernador José Alperovich y su esposa, Beatriz Rojkés. Pero la nota no estuvo en el encuentro sino en el regreso de la ex jefa de Estado a Buenos Aires.
La exmandataria volvió del hacia la ciudad de Buenos Aires en el avión oficial de la gobernación de Santiago del Estero.
Logró subirse al vuelo del ministro de salud de esa provincia, Luis Martínez, quien debía estar en la Capital Federal para la asunción del nuevo Ministro de Salud nacional, Adolfo Rubinstein.
A la vecina provincia había arribado el 19 de noviembre en el vuelo 1746 de Aerolíneas Argentinas, donde voló junto a Oscar Parrilli, uno de los funcionarios más cercanos de su gestión (ex secretario de Presidencia y ex titular de la Agencia Federal de Inteligencia). También la habían acompañado la ex presidente del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, y la diputada Mayra Mendoza.
La nota de color, que levantó polémica, fue la forma en su regreso.
Es que luego de participar de las actividades políticas programadas, prefirió evitar los vuelos comerciales y se embarcó en uno de los Lear Jet de Santiago del Estero adquiridos por Gerardo Zamora que, según trascendió, eran para uso sanitario. Así fue que partió desde las Termas de Río Hondo con destino al Aeroparque de la Ciudad de Buenos Aires.
¿Dónde estaría la controversia? Según el decreto 435/2006, el avión sanitario tiene como misión “el apoyo a distintas operaciones de vuelo requeridas por las áreas de seguridad, sanidad y otras referidas a las actividades propias del Superior Gobierno de la Provincia de Santiago del Estero”.
Asimismo, el decreto detalla que la aeronave debe destinarse a “traslados o evacuaciones sanitarias de pacientes”, como así también a “tareas de prevención y asistencia contra delitos de contrabando y tráfico de estupefacientes”.
Pero desde el Ministerio de Salud del distrito norteño argumentaron a Perfil que «no era un avión sanitario» y detallaron: «La provincia tiene dos helicópteros, de los cuales 1 es sanitario, y 5 aviones, de los cuales 3 son sanitarios. Este no era uno de esos 3 aviones».
También explicaron cómo fue que Cristina terminó volando junto al funcionario provincial: «El ministro recibió la solicitud de un colega de llevar en ese vuelo a la ex presidenta, que estaba en Tucumán y no tenía vuelo hasta el día siguiente a la tarde, para lo cual ella se acercaría hasta Santiago en auto. El ministro realizó la consulta con la gobernadora, quien indicó que, en caso de disponer de lugar en el vuelo, no veía inconveniente a la solicitud».
