Mauricio Macri encabezó el cierre de campaña del oficialismo porteño en el microestadio de Ferro Carril Oeste y celebró el pedido de detención y desafuero de Julio De Vido
Acompañado por la candidata a diputada nacional de Vamos Juntos, Elisa Carrió, el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta y la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, entre otros, el Presidente dijo que hay una mayoría de argentinos que le dijo «basta» a las mafias y la corrupción. Además, le envió un mensaje a los «cómplices» del narcotráfico que habitan en el poder político, la Justicia, el empresariado y el sindicalismo.
Durante su discurso, Macri afirmó que varios bonaerenses le hablaron de un «retroceso» del narcotráfico durante sus recorridas por la provincia de Buenos Aires. «Hemos empezado a echarlos del país, es un largo camino pero vamos muy bien», enfatizó el Presidente, en un guiño a la gestión de Vidal.
«No vamos a parar. Y ojo con aquellos que son cómplices de lo que sucedió la década pasada. Ojo con aquellos que creen que desde la política, la Justicia, el empresariado y sindicalismo pueden ser socios. Van a terminar como los narcos, todos presos», lanzó.
Macri sostuvo que no cree en «los superhéroes, ni en liderazgos mesiánicos» y recordó que «los primeros» en creer en ese espacio «fueron hace más de una década los vecinos de Buenos Aires», cuando el Pro se impuso en el distrito.
«El entusiasmo crece y crece, y ahora crece en todo el país. Ese entusiasmo se está desparramando por todos los rincones, hasta los más pequeños», señaló.
De cara a los comicios del domingo próximo, el jefe del Estado arengó a la tropa y se mostró optimista: «El domingo va a ser un día de fiesta. Vamos a decirle al mundo que en la Argentina hay un cambio en serio».