El desplazamiento de Alfonso Prat Gay no sería el único que realizaría el Gobierno de Mauricio Macri en esta semana. El siguiente de la lista sería el secretario de Obras Públicas, Daniel Chaín del Ministerio de Interior.
Desde hace varios días circulan fuertes versiones sobre el corrimiento del funcionario, algo desmentido pero no descartado por la cúpula de Interior, desde donde se asegura que, por ahora, «la decisión final no está tomada» aunque admitieron probable que se dé en los próximos días.
Sin embargo, operadores muy cercanos a la Jefatura de Gabinete dijeron que la salida de Chain «es un hecho», por lo que en la Casa Rosada prima un clima de expectativa en torno a la salida del ex ministro porteño y amigo personal del Presidente, quien partirá de vacaciones hasta mediados de enero.
El nombre que suena para reemplazar a Chaín sería el del actual subsecretario de Coordinación, el economista Ricardo Delgado, ex miembro del equipo técnico del massismo.
Igualmente, mañana tanto Frigerio como Chain viajarán hasta Monte Quemado (Santiago del Estero) para encabezar la puesta en marcha de una de las obras más importantes del Plan Belgrano.
Otros de los funcionarios que son nombrados como posibles salientes del organigrama son el secretario de Vivienda, Domingo Amaya, y la secretaria de Asuntos Municipales, Aída Ayala, aunque esto estaría más relacionado con que ambos serán candidatos de Cambiemos en Tucumán y Chaco, respectivamente.
Con respecto a los otros funcionarios de peso, está descontada la permanencia del viceministro Sebastián García de Luca -uno de los principales operadores políticos oficiales en la Provincia-, el secretario y el subsecretario de Asuntos Provinciales, Alejandro Caldarelli y Paulino Caballero (del riñón de Frigerio), el secretario de Asuntos Políticos, Adrián Pérez, y la subsecretaria de Hábitat, Marina Klemensiewicz.
«Frigerio cree que hay que darle más eficiencia y lógica de ejecutividad a la gestión del Ministerio. Habrá reacomodaciones para eliminar trabas burocráticas, que se dieron especialmente en el área de Obras Públicas», explicó un funcionario cercano al ministro.
Incluso, entre los nuevos esquemas que se analizan, está la posiblidad de dejar vacante por un tiempo la Secretaría de Obras Públicas y otras dependencias, para «demostrar que se puede hacer funcionar el Estado sin tanta carga burocrática».
A pesar de que Interior fue el ministerio que más empleados cesanteados registró a comienzos de año, desde su cúpula consideran que hay una carga «excesiva» de estamentos burocráticos, por lo que se piensa avanzar en jubilaciones y en reasignaciones de tareas, aunque aclaran que no habrá «ni despidos ni toma de nuevo personal».
Según trascendió, el secretario, que pertenecía al riñón de Gabriela Michetti, no tiene relación con Frigerio y ahora las diversas obras se distribuirían entre Interior, Transporte y Desarrollo. Hace unos meses, el ex director del Banco Ciudad había manifestado que se debería «mejorar la coordinación de la infraestructura social y estamos en camino».
Otro de los funcionarios que se encuentra en la cuerda floja es el procurador del Tesoro Carlos Balbín a quien acusan de haber fallado en el pronóstico del fallo de la Corte Suprema sobre el tarifazo. La semana anterior también había dejado su cargo la directora de Aerolíneas Argentinas Isela Constantini.