«Con la decisión tomada por las autoridades del Frente Renovador no sólo se me ha impedido a mí participar en la contienda electoral sino también se le ha cercenado al pueblo de Lanús la posibilidad de votar por nuestro proyecto político» comenzó a referirse la sobrina nieta del histórico intendente lanusense «Manolo» Quindimil.
Dolida por la decisión de que el único exponente del massismo sea Nicolás Russo, Noelia Quindimil armará su propio bloque en el Concejo Deliberante.
«Esta determinación fue totalmente arbitraria, ya que en otros distritos se permitió presentar más de una lista. Por eso la considero autoritaria, y que pertenece a la vieja política que se proclama superar» especificó la actual edil.
Quien terminó diciendo: «Mi decisión es absolutamente personal. No voy a pertenecer más al Frente Renovador».
En este punto, se hace necesario mencionar lo siguiente: hasta antes del cierre de listas, existieron sondeos que, en el peor de los casos, le otorgaban a la dirigente no menos de 5 puntos porcentuales de intención de voto. La pregunta aquí se vuelve necesaria.
¿Hacia donde se drenarían esos votos? Con claridad, puede asumirse que este quiebre debilita al ya debilitadísimo massismo. Si bien Quindimil aclaró que su militancia continuará trabajando para el FR, resulta poco claro de que manera aportará dada las razones de su alejamiento.
Es de esperarse entonces, que los votos que posiblemente traccione esta dirigente no necesariamente se mantengan en el massismo. Tomando como antecedente la realidad de que en la provincia, la gran mayoría de los fugados del FR retornaron al FpV, no resulta descabellado asegurar que Julián Álvarez es uno de los más beneficiados con esta ruptura.