El club deportivo «el Semillero», que había sido usurpado por una patota vinculada al ex intendente, y que fue recuperado por la organización de los vecinos y vecinas del lugar, vuelve a abrir sus puertas.
La Secretaria de Cultura, Educación y Deporte, Florencia Lizaraso señaló que «el sábado vamos a realizar una actividad de Reparación Histórica para la comunidad. El club nos lo habían sacado porque buscamos un Merlo distinto. Debemos democratizar los espacios de participación y reconstruir vínculos de confianza con los vecinos y vecinas del barrio. se realizará un actividad para festejar su recuperación en manos de la comunidad de Merlo”.
Cabe recordar que una patota del “Vasco” tomó las instalaciones del Club Semillero del Lago a comienzos de junio. En el centro recreativo se desarrollaban actividades deportivas, recreativas y culturales, de las que participaban 200 chicos del barrio.
En ese momento, Florencia Lizaraso, que era docente del distrito y candidata a Consejal por el Frente Para la Victoria, contó: “Nos avisaron que se había metido la gente del Vasco en el club rompiendo las cadenas. La bufetera llegó al Club acompañada por mi mamá porque ese día nos juntábamos para ir al Congreso para ir a la marcha y cuando quiso entrar no la dejaron. Eran como diez hombres armados. La bufetera pidió ingresar a sacar sus cosas y cuando ella va a entrar uno de los hombres le cierra la puerta en el pecho y la lastima”, narró Lizaraso.
“Cuando quisimos hacer la denuncia en la policía Primera de Merlo nos preguntaron si ‘esto era político’ y luego nos dijeron que no nos podían tomar la denuncia completa”. Para radicarla debieron dirigirse hasta la Fiscalía de Morón donde lograron hacerse oír. El espeluznante relato, que muestraba además la complicidad policial, explica por qué recién ahora cobran el valor para visibilizar el tema con fuerza.
Hoy Lizaraso y la comunidad vuelven al Semillero por el voto popular. En ese sentido la referente del oficialismo cuenta que “nuestra concepción junto con el intendente Gustavo Menendez es que el Estado vaya al barrio y el barrio vaya el Estado. Los espacios como el Semillero deben democratizar y ser organizadores de la vida de los barrios”.
Esta jornada de recuperación del Semillero es símbolo del fin de las prácticas violentas del reinado del terror de Othacehé y un paso más en la construcción de nuevos tiempos.