El gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, pidió que Milagro Sala cumpla una condena una condena de 7 años de prisión, luego de que la Justicia rechazara un pedido de la dirigente social para que prescriba una causa por «amenazas coactivas».
La líder de la Tupac Amaru, actualmente en prisión domiciliaria, recibió un nuevo revés judicial y su situación se sigue complicando.
El Tribunal Oral Federal de Jujuy rechazó un pedido la defensa de Sala de prescripción de la acción penal por daño agravado y amenazas coactivas en una causa iniciada en 2009 por un ataque a huevazos contra Morales y el entonces auditor general de la Nación Leandro Despouy.
Ante esto, la defensa de Morales pidió públicamente al Tribunal para que dicte sentencia de acuerdo a lo ordenado por la Cámara de Casación Federal y de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y condene a prisión efectiva a la dirigente social.
En esta causa, por el ataque a huevazos contra Morales y Despouy en la sede del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Jujuy en 2009, la justicia jujeña condenó por daños agravados a tres años de prisión en suspenso a Sala. En ese momento, el tribunal consideró la prescripción del delito de amenazas coactivas.
Frente a esta decisión, la querella recurrió la sentencia en la órbita de la Cámara de Casación que, a la postre, ordenó al Tribunal Oral Federal dicte una nueva sentencia por el delito de amenazas coactivas que fue probado en juicio.
«En consecuencia, a los 3 años de condena oportunamente dictada, se deberían sumar otros 4 años más, ya que Sala es penalmente responsable de los delitos que se le imputan», advirtió el abogado de Morales, Luciano Rivas.
Asimismo, afirmó que «con el dictamen de la Cámara de Casación y de la Corte Suprema de Justicia de la Nación queda confirmada que Milagro Sala no es una presa política ni mucho menos una política presa, sino que simplemente se la puede catalogar de delincuente».